ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 30 May 2009 12:19

Bueno, estos dias escribire por Nïeb y por mi, los dos ^^
Ahi va
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Comenzaron a caminar… no habían andado ni cinco metros cuando, como surgido de la nada, un cadáver cayó del techo, sostenido por una especie de bicho… Tenía seis patas, con protuberancias, su piel era de un color oscuro, tenía una serie de ojos y una boca succionadora dividida en tres secciones que había usado con el cadáver…

- ¡¡Dispara!! – gritó Eduard.

El teniente abrió fuego contra la criatura infernal, que emitió un quejido por cada proyectil recibido, para después caer al suelo con un ruido sordo, inerte.

- ¿Por qué no atacaste tú? – le preguntó Coren- Creo que antes quedó bastante claro que no eres un civil indefenso…

La mirada desconfiada del teniente hizo mella en Eduard. Pero éste se limitó a sonreír.

- Tu arma es más potente… - susurró.

- ¿Qué arma tienes?

El chico guardo silencio por unos instantes.

- Solo mis agujas supongo…

- Miraremos por conseguirte una – sentenció el teniente- Prosigamos.

Los dos hombres se acercaron al cadáver que sostenía aquella criatura… Tenia un uniforme militar, parecido al de Coren, pero éste tenía una peculiaridad, portaba el logotipo de Umbrella.

-Umbrella… -susurró Coren- No puede ser… ¿¿Éste es el equipo de rescate??

El teniente giró sobre si mismo para buscar respuesta en Eduard… Éste solo guardaba silencio, nada más… en sus ojos no alcanzaba a ver como se sentía, era… ¿Sorpresa?, ¿Desilusión?, ¿Odio?...

Eduard, por fin, dio señales de vida y se acercó al cuerpo, abriendo el chaleco y cogiendo una 9mm de su interior.

-Supongo que aquí esta mi arma… -susurró.

Coren notó en su expresión tristeza… No alcanzaba a comprender qué le pasaba, desde que hablaron en el tranvía estaba alicaído, no hablaba apenas. Si no lo estuviera viendo en ese momento, Coren tenía la certeza de que sería igual que estar solo.

- Sigamos adelante –dijo el chico, aún agachado.

- Sí, será mejor. Vamos. Subamos esa escalinata, supongo que estarán en la azotea.

- De acuerdo.

Subieron por las escaleras, llegando a un segundo piso. Se bifurcaba en un pasillo hacia la izquierda, en forma circular, y otro hacia la derecha de igual forma, de manera que llegaban a conectarse, formando un largo pasillo circular. Justo en frente de donde ellos se encontraban, nada mas subir el último peldaño, había una puerta doble. Y por sendos pasillos se repartían varias puertas, una por la izquierda, hacia la mitad del pasillo y dos por la derecha. Decidieron entrar primero por el portón doble.
Se encontraban en una sala espaciosa e iluminada por candelabros. Había una mesa central, con platos y cubiertos dispuestos de forma ordenada. En las paredes había infinidad de cuadros de diferentes tamaños y en la pared izquierda había un cuadro encima de una chimenea. Al fondo se veía una puerta y, también, un portón en la pared izquierda.

- Yo verificaré la de la izquierda – afirmó Eduard.

- De ninguna manera. No sabemos qué hay dentro.

- No creo que haya nada dentro. Además, si lo hay… puedo arreglármelas solo… hasta ahora lo he hecho, ¿no?

-Hum…

El teniente pensó su respuesta durante unos instantes… Sabía que podía arreglárselas el solo, pero… no sabía porque necesitaba que Eduard fuera con él, porque si pasaba algo ahí dentro, Coren no sabría que hacer a partir de ese momento, no sabría por donde moverse… parecía que el chico que sabía mover por la ciudad y eso lo necesitaba. Por otro lado, abarcarían más terreno cada uno por una puerta… Pero prefería estar cerca por si había alguien o algo esperando.

-Está bien, tú ve por la izquierda, yo espero aquí. Verifica que todo esta correcto y pasamos por esa puerta –dijo señalando la puerta del fondo.

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Noctis » 30 May 2009 13:13

Las calles estaban llenas por esas orreandas criaturas que antes eran humanas.
El sonido de un motor les desconcentro.
-Mike: Que empiece la fiesta...
Mike arranco el coche y este empezo a precipitarse sobre los zombies, llevandoselos por delante. El coche daba votes y Sherry gritaba.
-James: Tranquila...
Derrepente el coche se paro en seco.
-James: ¿Pero que...?
Algo abrio la puerta trasera. Mike se allaba delante de su hermano estirandole la mano.
-Mike: Salir...
La pareja salio del coche. Se allaba en un garaje abandonado. Mike llamo al ascensor. Cuando las puertas se abrieron, los hermanos apuntaron. Estaba vacia. Se subieron y pulsaron el boton de la azotea.
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Siento la tardanza, pero se me jodio el ordena ^^U
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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 31 May 2009 01:46

Subo otra parte

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Eduard pasó por la pequeña puerta, agachando un poco la cabeza y cerró tras de sí. Se quedó paralizado… La habitación, estaba tapizada con cadáveres de hombres… mujeres… niños… personas de todas las edades, no se salvaba nadie. Estaban todos muertos, descuartizados…

¿Es acaso todo esto mi culpa? – Pensó Eduard- ¿Cuántas vidas más se perderán por mi ego?, si no hubiese dado esa orden…

Coren se estaba impacientando, Eduard llevaba ya unos minutos ahí dentro, ¿Tan difícil es inspeccionar una habitación? Pensó. De repente, un grito lo devolvió a la realidad. Provenía de la habitación por la que había entrado Eduard. Sin dudarlo destrozó la puerta de una patada. Dios… santo… ¿Qué coño ha pasado aquí? Cadáveres por todos lados convertían el panorama en algo desolador… Eduard estaba de rodillas, en frente suya, con las manos agarrándose del cabello y dejando caer algunas lagrimas…

- No… No… Mi culpa… -balbuceó el joven.

- ¿Tu culpa?... ¿Eduard?...

El teniente se acercó y se arrodilló a su lado.

- ¿Qué es tu culpa? ¿Qué ha pasado…?

El interpelado dirigió una mirada de rabia hacia Coren. Lentamente, Eduard se puso en pie.

- Hay que hacer sonar la campana para que venga el equipo de rescate y salir de aquí lo antes posible… -respondió secamente mientras se levantaba.

Coren también se levantó, cauteloso.

- Bien, vamos pues, pasaremos por la otra puerta. –dijo Coren.

Ambos salieron de la estancia y pasaron por la puerta del fondo. Se encontraban en una sala, con una estructura de madera repleta de engranajes. Dieron unos pasos y encontraron un agujero en la pared, por el que se podía insertar una manivela. La manivela la encontraron apoyada contra la pared de la izquierda. Coren la cogió y la encajó en el agujero para después girarla. Comenzaron a bajar unas escaleras de madera que llevaban a un segundo nivel.

-Hay que hacerlo rápido –dijo Eduard.

-Sí, tranquilo, no te preocupes.-dijo Coren- Escucha, yo subo, tu cúbreme desde aquí, ¿entendido?

Éste asintió y Coren subió al segundo nivel. Se encontró con una habitación algo oscura, por lo que recurrió a una linterna. Más engranajes. Pero faltaba uno… dio una rápida pasada con su linterna a su alrededor y un reflejo le llamo la atención, se acercó. ¡Bingo! ¡El engranaje que faltaba!

Lo colocó en su sitio y accionó un botón que estaba justo debajo. El si sistema de engranajes se puso en marcha y el reloj de la torre comenzó a funcionar. Coren bajó al primer nivel. Mientras bajaba, alcanzó a ver a Eduard, que observaba algo desde la cornisa de una ventana. Se acercó a él.

- ¿Qué sucede? –dijo Coren.

- No podemos llamar al equipo de rescate.

- ¿Por qué?

- ¡Mira! –exclamo Eduard.

Ambos se asomaron a la cornisa y alcanzaron a ver a una criatura, enorme, vestida con una larga gabardina negra que le cubría hasta las rodillas y que portaba un lanzacohetes.


Demonios, mi propia creación juega en mi contra…- pensó Eduard.

-¡Esa es la criatura que nos perseguía a Vincent, Nicholai y a mí! –exclamó Coren.

-¿Les perseguía? Se supone que lo habían hacheado… oh… bien… entiendo... -Dijo para sus adentros-. Creo que es hora de revelar algo más de información a nuestro querido teniente.

- ¡Es imposible que les persiguiera! -dijo Eduard.

- ¿Cómo que es imposible?, ¿Por qué?

-¡Porque está aquí para matar al escuadrón de los S.T.A.R.S de la policía!, ¡Esa criatura solo les sigue a ellos!

- ¿Y tú como lo sabes? –preguntó el teniente.

-Porque… -Eduard se quedó callado un segundo- porque cuando esto comenzaba, me encontré con un par de ellos...y nos comenzó a seguir. Nos separamos, uno de ellos fue solo, el otro vino conmigo, fue a por el solitario... Mas tarde llegó a por nosotros... y ataco al oficial que me acompañaba, pero a mi no me hizo nada.


- Me sorprende que sea tan bueno para las mentiras -pensaba eduard, mientras le contaba la historia a Coren.

- Y… ¿Por qué deberíamos preocuparnos? -preguntó el teniente- No somos S.T.A.R.S

- Nosotros no, pero ella sí -dijo mientras señalaba a una chica.

Abajo, en la calle contigua a la entrada a la torre del reloj, una chica corría. Era una mujer de unos 21 años, tenia un pelo largo, rubio cobrizo… la tez blanca como la leche…

- ¡Hay que salvarla! –exclamó Coren.

- Es inútil, si lo intentamos, nos atacará.

- Pero… no podemos dejarla así…

- Lo siento… lo mejor que podemos hacer... es quitar el mecanismo de activación, y así salvar mas vidas... aunque...

-¿Aunque…?

-¡Tengo una idea!, ¿su cuchillo tiene mango de goma?

-Si… ¿por?

- ¡Démelo!

Coren se lo entregó.

-No me hables de usted –añadió el teniente.

- Hum -fue la única respuesta del chico.

Se acercó a una pequeña caja que había en la pared, sacó una aguja, y con los dos, la abrió, bajó la palanca, y las luces que había encendidas en la cornisa se apagaron, se acercó a un cable, y con el cuchillo le quitó el recubrimiento de plástico, exponiendo el cobre. Luego sacó una pequeña botella de agua, y empapó el suelo.

- Espero que esto sirva… - le dijo Eduard, entregándole el cuchillo.

- ¡¡Eh!! ¡¡Chica!! ¡¡Corre, entra en la torre!! –gritó el teniente con ahínco.

Esa chica tenía algo especial que atrajo la atención del teniente. La chica miró hacia arriba, sorprendida y después emprendió la carrera, esquivando un misil de la criatura y pasando el portón.

-Vamos Eduard, ¡tenemos que ayudarla!

Ambos pasaron al segundo piso y bajaron la escalinata, donde se encontraron con la chica, estaba herida…

-¡¿Tenias que llamarla verdad?!- dijo Eduard algo molesto- ¡No quiero tener que enfrentarme con eso!

- ¡No podíamos dejarla así! ¡Hemos hecho lo que debíamos…!

La chica se giró para verlos.

- Alianor, ¿estás bien? –preguntó Eduard.

- ¡Ah! ¡La conoces y no querías ayudarla…! –Dijo enfadado el teniente.

La chica propinó una bofetada a Eduard.

- ¡Estúpido!, ¡Esto es por lo de antes!

- Teniente, mi vecina Alianor. Al parecer es una novata de los S.T.A.R.S –dijo Ed.

- ¡Osea, que no solo la conoces! Sino que ¡¡¡es tu VECINA!!!

- ¡Lo que hice antes era para eso!, es lista y estoy seguro de que lo habría notado. Pero ahora, ¡gracias a ti esa cosa entrará por la puerta y nos atacará! –gritó Eduard.

El teniente no escuchaba ya los gritos del chico. Se quedo con su mirada fija en la chica,
Alianor… Extraño nombre… pero precioso a la vez… Pensó. Un sentimiento extraño recorrió todo su cuerpo. Vio que tenía una herida en el hombro, que sangraba.

-Espera –dijo el teniente- Te curaré eso.

Se acercó a Alianor y miró en su botiquín, encontró una venda y unas gasas, con las que tapó la herida.

-Es superficial, se curará –dijo con una sonrisa estúpida en la cara.

-Gracias… -dijo la chica

- ¿Por qué le diste esa bofetada? –preguntó el teniente.

-Porque sigue enojada conmigo –intervino Ed.

-¿Por qué?

-Porque anoche le gané una persecución.

-¿¿¡¡QUE!!??- gritó la chica- ¡Primero casi me arroyas con tu estúpida motocicleta, luego, intentas escapar de la policía, y estoy segura de que estabas drogado con algo!-

Coren solo se quedo viendo, sin prestar atención, estaba atontado por la chica.

-Por cierto Nïeb, ¿Qué tienen ellos que ver con todo esto?- preguntó la chica a la vez que apuntaba con su arma a Eduard.

-¿Ellos?- preguntó el teniente.

-Umbrella -respondió Alianor.

-Um... ¡¡UMBRELLA!!, ¡¡¡Estás con Umbrella!!!- gritó sorprendido el Teniente.

-¿Estar con ellos?, ¡Es casi el maldito presidente! -respondió la chica.

A Coren, le invadió una tremenda rabia que se propagó por cada centímetro de su cuerpo…

- Supongo que hasta aquí llega la fachada. Gracias Ali, ¡Acabas de destrozar la única salida que teníamos! -dijo Eduard algo molesto.

Coren apuntó a Eduard con su arma, pero justo cuando iba a disparar la puerta explotó en una nube de polvo…

-S.T.A.R.S… -Se oyó detrás de la nube de polvo.

Una figura de unos dos metros y medio de altura se empezó a vislumbrar.

-¡Genial!, ¡Ahora él! –Gritó Eduard encolerizado- Seguid vosotros, yo me encargo de él.


-¿Tú solo? No creo que… -empezó a decir Coren.


-Salid de aquí, ¡AHORA!


-Pero tú solo tienes esa pistola, nunca…

Nïeb arrojó la pistola a la oficial, y saco de entre sus ropas una enorme pistola.

- ¿Contento?

-Suficiente. ¡Vamos Alianor!

Cuando iban por la mitad de la escalinata Eduard gritó:

- ¡Apartense!

Apuntó a la criatura y disparó. La explosión fue enorme, pues el proyectil no era convencional, eran balas explosivas específicas para el arma de Nïeb. El retroceso del arma habría noqueado a cualquiera, pero él lo resistió con facilidad. La explosión destrozó el cuerpo de la criatura, haciéndola caer al suelo.

-¡Bien nene! – Exclamó Eduard- ¡Ahora vámonos antes de que se den cuenta!

Nïeb se encaminó hacia la escalinata pero… El puño de la chica se interpuso en su camino. El golpe fue brutal, por lo que le hizo caer al suelo. Inmediatamente, Alianor le esposó.

- Quedas bajo arresto, Eduard L. Nïeb.


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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Kevin Gomez » 31 May 2009 01:57

Cuando llegaron a donde estaba el tranvía, este ya no estaba. Tampoco le sorprendía mucho, pero había tenido la esperanza de que estuviera allí, así podría llegar más rápido a la Universidad. Pero tardaría menos en llegar a las bases principales de Umbrella, en el centro de la ciudad. Vería donde está el USS Rodríguez, lo mataría y tomaría el BOW.
No tenía muchos conocimientos acerca de cómo era exactamente el ente Nix, aunque debía ser algo muy interesante para que Albert Wesker estuviera interesado en él. Suponiendo que el trayecto hasta el complejo fuese tranquilo, cosa que Vincent dudaba muchísimo, tardarían alrededor de una media hora en llegar a pie y unas dos horas a la Universidad, por lo que preferiría ir a las bases primero. Después, podría ir en helicóptero hasta su otro destino, tomar la muestra del Tyrant, matar a su creador y largarse de la ciudad, de su pequeño reino, ese en el que se sentía tan a gusto, un lugar perfecto, como de ensueño. Concluyó que así debía haber sido su vida siempre, situaciones extremas, algo que le diera sentido a su vida. Cuando sus padres fueron asesinados en un enfrentamiento entre mafiosos, uno de ellos lo sacó de allí. Fue aprendiendo el oficio de asesino, recordaba con cierta nostalgia aquellas épocas.
Su prueba de fuego fue matar a un sujeto, Richard nosequé, un periodista que estaba averiguando demasiado. Le dio un disparo en la cabeza sin sentir la menor culpa, ya había perdido hacía un tiempo el remordimiento de matar a alguien. Su mentor le dijo que ya estaba casi completo su entrenamiento, solo faltaba algo: que le dispararan por primera vez. Recordó que le preguntó muy confiado que qué pasaría si no le disparaban, antes de que le dieran un tiro en el hombro y cayera desmayado.
Decidió ir a trote, mientras Nicholai le seguía. Con la nueva potencia de fuego que poseían, la cosa sería un poco mejor. Ya había usado dos cargadores de su USP. En total tenía seis para la H&K, doce para la Glock, contando los de Nicholai y cuatro del rifle, de diez balas cada uno. La Famas solo tenía un cargador y lo tenía puesto, por eso decidieron no usarla a menos que fuese muy necesaria. Aunque por otra parte, aún tenía ganas de matar a Eduard y dudaba mucho que esas ansias se le calmaran, a menos claro que lo hiciera. Suponía que tanto él como el teniente estaban con vida, lo más probable era que así fuese. El hecho de que hayan dos personas le daban al juego mayor emoción. Si estaban vivos… ¿qué pensarían de él?, ¿sospecharían que él fue quien derribó el helicóptero?
Al menos la segunda interrogante era menos probable y si el señor Nieb había sobrevivido, seguramente ya le hubiera contado sobre él al teniente. De todas maneras, no conocía mucho sobre la genial <<serpiente sin lengua>> y poco podría aportarle al teniente sobre él. Aunque…
Si ese sujeto había sido enviado para espiar a Umbrella…quizás me mencionaría.
Si eso era así, tendría que encontrarle y eliminarle, no se podía arriesgar. No estaba muy seguro, pero era posible que fuese hacia la torre del reloj. Tenía conocimiento de que ese lugar sería un punto para abordar los helicópteros de los UBCS. Quizás podría inutilizar el mecanismo que hacía sonar las campanas…pero no, llegar hasta allí les tomaría como una hora a pie, cuarenta y cinco minutos a trote, tal vez…
Sintió una oleada de furia, de impotencia. Esos idiotas podrían arruinarlo todo. Su estado de ánimo pasó a uno fatalista. Si ellos lograban adivinar como se ponía en marcha el mecanismo de la torre, ya se habrían marchado antes de que ambos llegaran. Y lo peor de todo era que se había enfrascado en una persecución inútil: había visto a unas personas, una niña, un niño y un adulto, eran los del hotel, quienes acompañaron al maldito Eduard, estuvo buscándolos alrededor de dos horas, pero no los volvió a ver. Aunque pese a que una posible venganza hubiera fracasado, encontró varios archivos secretos de las operaciones de Umbrella. Aunque estaba un tanto harto. Llevaba la cuenta de las muertes producidas hasta ese momento: dos chupacerebros, su primer objetivo al cual le cortó la lengua, el armero, el asesino en el hotel, los dos sujetos del hospital, al que se encontró cuando salió a cazar a tal Pablo, el mismísimo Pablo y los refuerzos del teniente. Siete personas en total. A los del helicóptero no los contaba por que no sabía su número exacto, pero de todas formas esas muertes eran atribuidas a él. Y así, sus dos objetivos primordiales y los dos idiotas seguían con vida.
Vincent dejó escapar un bufido, esforzándose en recordar que aún tenía un deber que cumplir, personas a las que asesinar y una recompensa que cobrar. Pese a lo pegadizo que eso sonó, no le había alegrado nada, de hecho, sentía ganas de encontrarse con algo y volarle las tripas, estuviese muerto o no. Y como si fuera algo cósmico, una respuesta a sus plegarias, un sonido que ya conocía atrajo su atención, entre un edificio de oficina y un callejón. Pisadas fuertes, y el demencial grito que ya había escuchado un rato antes. El Némesis, se encontraba justo saliendo frente a ellos. Los estaba buscando, lo sabía…
Vincent dirigió una mirada a Nicholai, y él adivinó lo que su rostro preguntaba, sin que le hubiera dicho nada. Algo debió haber alterado el sistema de protección que habían implantado en la criatura y habían sido catalogados nuevamente como objetivos.
El Némesis aulló y se encaminó hacia Vincent. Nicholai le gritó que le arrojara el maletín. Claro estaba que Vincent no confiaba plenamente en su acompañante, pero tuvo que hacerlo.
El ruso tomó el maletín, se alejó un poco y lo abrió, sacando el portátil. Rápidamente empezó a escribir algo. Por otra parte, Vincent esquivó el gran puño de la criatura y empezó a dispararle con la H&K en las piernas. Pese a ello, el monstruo estaba peligrosamente cerca, e intentaba tomarlo. Él se agachó y rodó, quedando en la espalda del Némesis, para empezar a dispararle a la altura de las rodillas. Esto produjo que el Tyrant perdiera el equilibrio momentáneamente, aprovechado por Vincent para darle una potente patada que lo envió de cara al suelo.
Rápidamente empezó a dispararle en la nuca, hasta que el cargador se agotó, viéndose obligado a cambiarlo. No sabía muy bien cuanto podía aguantar el Némesis, por lo que esperaba que Nicholai se apresurara con ese maldito aparato.
La criatura empezó a levantarse lentamente, apoyándose en sus brazos y luego incorporándose de golpe, aullando de nuevo. Vincent se sintió irritado, sacó su cuchillo y se trepó a su espalda, tal y como había hecho antes. Cortó un poco el cordón púrpura, pero el Némesis se lo quitó de encima con un ligero sacudón de su gran cuerpo, arrojándolo al piso. El cuchillo se le había caído, y el ser avanzaba imponentemente hacia Vincent, quien empezó a dispararle en la cabeza, más concretamente a la zona de la boca, quebrándole los grandes dientes animales del Tyrant. Eso le hizo aullar nuevamente, pero esta vez de dolor.
- Sssstttaaaarrssss.
- ¡Bingo!- Gritó Nicholai, a la vez que Vincent vio como el Tyrant se tomaba la cabeza.
Se incorporó de golpe y se lanzó hacia el Némesis, volteándolo al chocar con su cuerpo, pero saliendo rebotando él también. Tomó el rifle y disparó al grueso craneo del Tyrant. Luego de ese disparo le siguió otro, y luego otro, así hasta que vació el cargador del rifle. Nicholai le informó que el cerebro del Némesis había dejado de funcionar. Él le había bloqueado sus objetivos, y con lo que Vincent hizo habían terminado de acabar con él. Quizás aún se pudiera regenerar, pero ya no importaba: El Némesis ya no podría cumplir ningún otro objetivo. Tomó una jeringa y empezó a extraer sangre de la criatura, para luego guardarla en un frasco. Por si las dudas.
Mientras cargaba el rifle con un nuevo cartucho y recogía su cuchillo, Vincent oyó el sonido de un helicóptero que se acercaba mientras cruzaba las afueras de la ciudad, no iba en dirección a la torre del reloj, sino en dirección al zoológico. No le importó lo más mínimo. Si había más cabrones de mierda que hubieran sobrevivido que huyeran. Él se sentía genial, con el control de la situación. Mejor que genial. Tuviera o no otra oportunidad de ver de nuevo a Eduard y al Teniente (y se dio cuenta de que lo deseaba intensamente) él era un hombre superior, y al final, triunfaría.
Percatarse de aquello lo llenó de nuevos ánimos. Vincent empezó a correr al trote, deseoso de enfrentarse al siguiente desafío que lo esperara, fuese el que fuese.

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 04 Jun 2009 19:13

Otra mas ^^
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- Hasta que se te hizo, ¿No Ali?- exclamó Eduard en un tono irónico.

La chica apretó mas las esposas, le dio una patada y comenzó a caminar. El teniente, levantó a Eduard, intento cargar su arma, pero esta era increíblemente pesada. Miró a Eduard.

- Yo mismo la hice, solo yo puedo con ella -decía con una orgullosa sonrisa en el rostro...

Al teniente no le importó lo mas mínimo, estaba cabreado porque Eduard, con quien creía haber comenzado una amistad, le había mentido y traicionado. Consiguió levantar el arma.

-Vamos, ¡Camina! – le espetó a Nïeb.

Coren quería matarle... pero le importaba mas la chica, sabía que si le hacía algo esta se enojaría...

Eduard se acerco al teniente.

- Lo siento... pero si le hubiese dicho que soy de Umbrella, me habría intentado matar en el acto... y créame, habría fallado... –susurró- Escuche, su nombre es Alianor Jones. Le gusta leer bastante, y le gusta mucho la música… si quiere les puedo presentar formalmente…

Coren escuchó atentamente, tenía que reconocer que la muchacha era preciosa… tenía algo especial… la hacía diferente, y eso lo tenía hechizado…

- Ya sabía que se llamaba Alianor, tu mismo lo dijiste antes… -dijo Coren- ¿En serio podría presentarnos?

-Claro que si teniente... y no me hable de usted... no ha cambiado nada -Dijo a la vez que soltaba una ligera risa...- solo... ¿Podría por favor aflojar un poco estas esposas?, ya no siento mis manos.

Tan enajenado por la propuesta de Eduard como estaba, el teniente accedió, se acercó a Eduard y le aflojó un poco las esposas.

- ¿Mejor?

Eduard se acercó a la oficial.

- Oye Ali, esta bien que estés enojadilla conmigo... pero ¿Dónde quedaron tus modales?

-¿Disculpa? –Dijo ella reduciendo el ritmo de la marcha.

- El teniente... curó tus heridas... te salvó la vida al traerte aquí..., y tu ni siquiera
le dedicaste una sonrisa... eres una desagradecida... Deberíamos haberte dejado- le susurró...

La chica se puso roja, no se supo si de rabia, o de vergüenza. Se detuvo, se dio la vuelta, y se postró frente al teniente. Éste, sorprendido se paró mirándola fijamente, admirando su impresionante belleza.

-Bueno… Siento no haber dicho nada antes. –Dijo ella- Soy Alianor, miembro novata de los S.T.A.R.S. como ya ha podido comprobar…

-Sí, je je je, pero no me hable de usted, por favor. –dijo Coren- Yo soy el teniente Marius Coren, a su servicio.

- Gracias por curarme las heridas y… por gritarme el camino desde aquella torre… no sé como podría pagárselo…

-¡Tal vez podrías invitarle un café!- dijo Eduard burlón.

- Tú calla, ¡idiota! –le espeto Alianor.

- Es una buena idea... al teniente también le apasiona la lectura, ¿sabes?

- ¿Ah si? –preguntó la oficial.

- Bueno, si. Un libro es como un amigo, mejor que un amigo… - Dijo Coren, con la mirada perdida y el semblante triste.

La chica notó algo en el teniente... el silencio se hizo presente... Durante unos minutos, solo se escuchaban las respiraciones de cada uno de los integrantes del grupo.

- Si no les importa, sería mejor que saliéramos de aquí cuanto antes -Dijo Eduard para romper el silencio.

- ¡Ay! –dijo Alianor.

- ¡¿Qué pasa?! –Preguntó alarmado el teniente, saliendo de su ensimismamiento.

- Mi hombro…

Tenía una expresión de dolor formada en el rostro. Esto preocupó al teniente, se acercó rápidamente y le miró el vendaje, que estaba rojo…

El teniente volvió a mirar en su botiquín.

- Sólo quedan estas… tendremos que buscar en alguna tienda, o en el hospital. Esta perdiendo sangre, no es grave pero no se puede dejar mucho tiempo así.

- ¿Cómo te hiciste la herida que curó el teniente? -preguntó Nïeb.

-Pues… ahora que lo pienso… no lo sé – respondió.

- ¿Cómo que no lo sabes? –inquirió Coren.

- Pues… no me he dado cuenta de ella hasta ahora que la vendaste…

Coren retiró la venda cuidadosamente… La herida estaba algo purulenta...

- Le quedan a lo mucho 4 horas antes del punto cero. –dijo Eduard.

- ¿Punto cero? -dijo el teniente con el rostro desencajado, ante la espeluznante visión de la herida infectada.

- Para que se convierta en una de esas cosas… -dijo Eduard con algo de tristeza en el rostro.

-Entonces… ¡¡¡SI ESTÁN DETRÁS DE ESTO!!!- grito enfurecido el teniente.

-¡Tranquilízate Coren!- le gritó la chica.

- Siempre lo he sabido, y no me importó, ¿sabes? -siguió la chica con la culpa reflejada en su rostro.

- ¿No hay una forma de detenerlo? -preguntó posteriormente.

-En teoría la hay -respondió Eduard- podría hacerla... pero... necesitamos muchas cosas... Tal vez todas estén en el hospital, si nos apresuramos aun podríamos salvarte...

- ¡En teoría no! –Le espetó Marius- ¡No puede ser solo teoría! ¡Tiene que haberla! Así que vamos, ¡Al hospital!

Coren estaba fuera de sí, esta chica había entrado dentro de su ser y se había alojado ahí. Desde el momento en que la vio desde la cornisa supo que era diferente, eso era algo que le atraía profundamente… Ahora, no la podía dejar escapar..., no tan fácilmente... si fuera necesario daría su vida en el intento de salvarla...

El teniente cogió la mano de la chica y corrió escaleras abajo. Estaba demasiado preocupado por Alianor, tanto que no se percató de la ausencia de Nïeb. Cogieron la puerta de la derecha de la escalinata, y entraron en una sala, donde había una puerta al fondo. Sin detenerse, la cruzaron. Se encontraban en una habitación donde había una campana gigante, y tras de ésta, otra puerta. Salieron a un patio trasero, cruzaron el pequeño callejón que llevaba a una verja metálica y la cruzaron.

Comenzaron a andar por las destrozadas calles. Olvidándose de todo lo que les rodeaba, ya fueran zombies… coches destrozados… cadáveres esparcidos por todos lados… A pocos metros unos engendros estaban dándose un festín de carne con otro individuo. Pasaron rápidamente por su lado, esquivándolos, sin darle tiempo a que se levantaran. De repente se encontraban delante de un gran edificio. HOSPITAL, rezaba el letrero. Entraron.

-Bien, Eduard que es lo que… - empezó a decir Coren- ¡Mierda!, ¡Lo dejamos atrás!

Marius estaba furioso, no sabía que tenía que hacer ahí dentro, no sabía que buscar, por donde empezar…

- Claro, déjenme atrás, a fin de cuentas… ¡Solo soy un prisionero muy importante!, ¡y el único que les puede salvar la vida! -gritaba Eduard también furioso desde fuera del hospital...

- Si nos viste correr, ¡¡¿¿ Por que cojones no nos seguiste??!! –gritó Coren.

- ¿Por qué no aprovechaste para escapar? -preguntó Alianor.

- Hum… eso es raro, ¡conociendo tus hábitos de traición! – le espetó Coren.

Eduard se estremeció.

- Yo no te traicioné… -dijo- Tú nunca preguntaste a que me dedicaba. Tal vez te lo habría dicho tarde o temprano… Y no olvides que también te perdoné la vida…

- Tú no lo entiendes, Umbrella parece estar detrás de todo esto. Y ni tan siquiera me dijiste nada sobre ti. Yo entendí que si ibas detrás de Vincent era porque no eras de su propia compañía… Pero tampoco dudaste en irte como un idiota cuando mencioné su nombre…

- Sí, yo sé que Umbrella está detrás de todo esto... ¡¡Yo mismo estoy implicado en gran medida!! , ¿Sabes algo mas?, esa chica que con tanto fervor intentas ayudar, ¡También lo sabía!, ¡Sabía que trabajo para Umbrella, a qué me dedico ahí!. Si yo te traicione, entonces ella también... si voy tras de Vincent, es porque por culpa de gente como él es que esta crisis sucedió...

Eduard guardó silencio un momento.

- Lo que importa es que estoy aquí, ¿no? –dijo al fin con tristeza…

- Lo de ella es diferente… -susurró el teniente.

- Pero, ¿Por qué? –Preguntó de nuevo la chica- ¿Por qué no escapaste?

- Supongo que por vosotros, no les puedo dejar aquí a su libre albedrío. Además, aún tenemos que prepararte una vacuna, ¿no?

Coren reflexionó sobre las palabras que Eduard acababa de pronunciar. ¿Está implicado? Ella lo sabía también…
No… pero ella no tiene nada que ver… Decidió que no le daría más vueltas, ya indagaría más sobre el asunto con Eduard.

- Está bien… ¡Vamos, no podemos perder tiempo! –soltó de repente Marius.

- Lo primero que necesito es una camilla, -gritó Eduard- y un cuarto seguro, porque si no, vamos a tener problemas…

- Que la camilla esté limpia. -dijo Ed, mirando a Coren.

Coren salió disparado, hacia una habitación, abrió la puerta arma en mano, comprobó que no había nada. Esto era raro, la ciudad estaba plagada de esos monstruos, siempre se han encontrado con ellos en todos lados y… en el hospital nada… La habitación era espaciosa y tenía dos camas. Cogió la primera camilla que se encontró. Como no estaba segura de que estuviera del todo limpia, se acercó a una estantería, rompió el cristal y cogió sabanas limpias. Luego, llevó la camilla y las sabanas a Eduard.

- Bien, Alianor, échate y procura moverte lo menos posible. –Dijo colocando las sabanas encima de la camilla.

- De acuerdo – dijo ella sin protestar.

- Teniente, ¡Ahora tenemos que encontrar una habitación segura para dejarla!

- Bien, ¡Vamos! En la habitación donde cogí esta camilla no había nada ni nadie…

- Pero… ¿¡se puede cerrar perfectamente!?

- No lo comprobé…

- Si no se puede hacer, ¿¡habrá que buscar otro lugar sabes!? ¡Y sólo habremos perdido tiempo!

Marius no tuvo que escuchar nada mas, salió corriendo hacia la puerta y comprobó que, efectivamente, tenía un cerrojo.

- ¡Es segura! ¡Tráela aquí! –gritó Coren.

- ¡Bien!

Entraron, Eduard dejó la camilla en un lugar lejos de puertas y ventanas...

- Quédate aquí y no te muevas, ¿Vale?, hacerlo solo ayudará a propagar más rápidamente el virus por tu cuerpo. Teniente, hay que separarnos, uno ira a verificar los sótanos, y otro los pisos superiores.

- ¿Qué hay que buscar?

- Necesitamos... necesitamos... acido acetilsalicílico, tetraisobutano, nesaprim, asparmat, y si encuentra jarabe para la tos con base en alcanfor, también ¡Tráigalo! Luego nos encontraremos en el tercer subsótano.


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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 06 Jun 2009 12:18

Aver si los demas subimos tambien cositas, que esto parece que es solo de kevin_, Nïeb y mio ¬¬
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Coren salió de la habitación y se dirigió al ascensor. Subio a la segunda planta. El pasillo estaba tétricamente oscuro así que agarró su linterna y caminó por él. Se acercó a la primera habitación y abrió la puerta. Había un interruptor al lado de la puerta y lo accionó, las luces de la habitación se encendieron. Era un despacho, tenía una mesa en frente de la puerta, con una butaca de piel tras de ella. Al lado derecho había una camilla negra. Estas deben de ser las salas de consultas… Pensó Coren. Pasó dentro, con cuidado y miró en los cajones de la mesa. Había recetas… recetas… Un momento. En el hospital debe de haber una dispensadora de medicamentos… Se disponía a salir de la habitación cuando…

(Ruido de cristales)


Por la ventana, cuervos negros, con los ojos rojos y sangre en el pico entraron en picado hacia Coren, que esquivó a uno y cerró la puerta de un portazo, escuchando cómo los cuervos se estampaban contra la puerta. Miró hacia el cuervo que había esquivado y lo pisó. Malditas bestias…

Se acercó a la pared de enfrente, donde había un mapa del edificio. El mapa indicaba que la dispensadora de medicamentos estaba en el segundo piso. Subió al ascensor de nuevo y apretó el botón. Tenía que darse prisa, no tenía mucho tiempo.

(Plin)

La puerta del ascensor se abrió y… ¡al menos 8 zombies estaban en el pasillo esperando! Coren levantó el arma y disparó a diestro y siniestro contra ellos, volando la cabeza a todo aquel que se acercara más de lo suficiente. Al fondo, vio una especie de recepción, con una barra y un espacio detrás repleto de estanterías con medicamentos. Corrió hacia allí sorteando los cuerpos inertes del suelo y saltó la barra. Se acerco a las estanterías. Acido acetilsalicílico, tetraisobutano, nesaprim, asparmat… pero el jarabe para la tos con base en alcanfor ¡no estaba! ¡Un maldito jarabe para la tos! Salió de allí y se dispuso a salir, pero vio algo que le llamo la atención. En la bata de uno de los zombies, una placa rezaba “Dr. Conrad – Pediatra” Pediatra… Miró en su bata, bolsillo derecho e izquierdo y… ¡Sí! ¡Ahí estaba!

Con todos los medicamentos, ya si, subió al ascensor y bajo a recepción. Se acercó a ver cómo estaba Alianor.

Sin hacer ruido, se asomó por la puerta, lo justo para alcanzar a ver a través del reflejo de la televisión que colgaba de la pared. Parecía… no, no parecía, Alianor estaba llorando… Esta visión le puso los pelos de punta… no estaba acostumbrado a ver llorar a una mujer, de hecho, desde que ingresó en el ejército no tuvo contacto con mujeres, ni antes, pues él siempre fue un tipo solitario…

Salió de la habitación y se dirigió de nuevo al ascensor, para bajar al sótano y encontrarse con Nïeb.

Cuando abrió las puertas se encontró un pasillo, y al final de este una luz que iluminaba desde el lado izquierdo, allí debía estar. Llegó allí y miró dentro. Estaba poniendo en marcha una máquina que tenía un frasco lleno de un líquido azul.

- Ya estoy aquí, lo tengo todo – dijo Coren.

-Perfecto, dámelo.

Eduard sacó el frasco del líquido azul de la máquina, y metió uno vacío. Allí vertió todos los medicamentos que Coren había conseguido, le dio a un botón, haciendo que la máquina se pusiera en marcha. Esta los mezclo bien.

- Ya tengo la base… -dijo sacando el frasco.

Se dirigió a otro utensilio contiguo y puso los dos recipientes en orden. Primero la base y luego el líquido azul. Presionó un par de botones y la maquina los mezcló, resultando un liquido de color transparente. Cogieron una jeringuilla y la llenaron de ese líquido.

- Está listo -dijo Eduard- espero que aun estemos a tiempo…

- ¡Pues no perdamos más! ¡Corre!

Se dispusieron a subir cuando unas pisadas fuertes se escucharon fuera. Un tipo calvo, de aspecto humano y con una gabardina verde se asomó por la puerta.

-Mr. X… -susurró Ed.

- ¿Quién?

-¡Tu solo dispara!

Coren comenzó a disparar, pero estos proyectiles parecían no tener efecto sobre él, pues seguía avanzando impasible. Al décimo disparo, la criatura se paró, comenzó a segregar sangre verde por la boca y se desplomó.

-¡Corre, es posible que se levante de nuevo! –gritó Ed.

Los dos subieron por los ascensores hasta la planta en la que se encontraba la chica pero para su sorpresa… ¡La puerta estaba abierta!

- ¡Qué coño…! ¡¡¡Alianor!!! –gritó desesperado el teniente.

- Me aburría ahí dentro – dijo una voz detrás de ellos.

- ¡Te… mo… viste! - replicó Eduard, claramente enfurecido...

- Bueno, déjalo estar Ed, vamos, ¡Inyéctale el suero! – sentenció Coren.

- Entra al cuarto Ali... Teniente cubra la entrada.

Ambos entraron al cuarto y Eduard cerró la puerta tras de ellos.

Marius no sabía que estaba pasando ahí dentro… estaba nervioso, como nunca antes lo había estado. Su temperamento serio, siempre guardando la compostura quedó a años luz de ese momento, parecía un padre a punto de tener un hijo. No paraba de moverse de un lado a otro, sin fijarse en lo que le rodeaba hasta que… ¡Un zombie le pillo desprevenido!, le agarró por los brazos, pero gracias a su torpeza Coren pudo deshacerse de la trampa antes de que el monstruo le mordiera, sacando su cuchillo y clavándolo en la cabeza del zombie, que cayó al suelo, inerte.

Dentro de la habitación sonó un grito y Marius no dudo en destrozar la puerta de una patada para entrar.

- ¿Qué pasa aquí?

Dentro, Eduard estaba cogiéndose la nariz... esta sangraba profusamente... la chica se abotonaba la camisa, a un lado en el suelo estaba la jeringuilla vacía...

-Creo que me acaba de romper la nariz. -dijo Eduard sin retirar las manos de su rostro...

-¡Te lo tienes bien merecido!- replicó la chica enfadada.

-¡¡Te dije que iba a doler!! , ¡Fuiste tu la que no quiso anestesia!

-¡Parad ya de discutir! – El teniente pasó hacia donde estaba Alianor ignorando a Ed.- ¿Cómo estás?

- Bien, solo ha sido el pinchazo, por lo demás… parece que el suero hace efecto rápido –contestó con una sonrisa en la cara.

Eduard solo les veía de reojo, sin quitar las manos de su rostro... una imperceptible y tétrica sonrisa se dibujo en su rostro... los tortolitos estaban muy ocupados como para notar su presencia... apenas entablaron una leve conversación, él escapó de la habitación sin que se diesen cuenta...


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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Kevin Gomez » 06 Jun 2009 23:25

Bien...como que esto de que nadie postee ya me está hartando, esta es la última vez que hago una advertencia a los usuarios que no posteen, sino, habrá owneds en masa. La advertencia va para:
-Claire R.
-Lian.
-Fenix.
-Rogan.
-Alice Hunter.
-y por que no, a Alex.
Están avisados.

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Noctis » 07 Jun 2009 00:15

Prometo postear mañana... ahora es muy tarde.
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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 07 Jun 2009 01:45

Adelántome yo con mi sit.
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- Bien, ya que estas mejor tenemos que ir a la torre, otra vez, para tocar la campana de rescate. Ed, por donde quedaba la campana… ¿Ed?... ¡¡Maldita sea!! Y otra vez se vuelve a escapar… -dijo furioso el teniente.

Marius salió rápidamente de la habitación... pero no encontró al chico... Mientras, en otra parte... Eduard tomaba asiento en una cama de las habitaciones del hospital...

-Mierda... si me rompió la nariz –pensó…

Palpó con cuidado el apéndice, y en un rápido movimiento lo acomodó. No pudo evitar proferir un grito de dolor...

- Tranquilo... respi... ¡Mierda! Ni siquiera eso puedo hacer...- pensaba molesto. Cerró los ojos...

- ¿Escuchaste? – preguntó Coren.

- Un grito… parecía Nïeb, ¡Vino de allí, vamos! –dijo Ali señalando hacia un pasillo.

Caminaron por el hasta dar con una puerta entreabierta, miraron dentro, pero no había nadie… Una rendija de luz se filtraba por una puerta totalmente cerrada. Coren se acercó y, como hizo con la otra puerta, la destrozó de una patada. Eduard estaba sentado en una camilla, con la mano todavía sujetando su nariz, llena de sangre.

Eduard los miró... se notaba la decepción en su rostro...

- Descuiden, al menos ya dejó de sangrar –dijo.

-¿Por qué te escapaste ahora Nïeb? ¿Qué te pasa? – le preguntó Alianor.

- Una nariz, ¡Eso me pasa!- respondió el chico en un tono sarcástico.


(Clap, clap, clap)

Coren dio tres aplausos.

- Eduard, ¡Basta de ocultamientos!, ¡Haz el favor de contarnos la puta verdad de una vez! –le dijo Marius.

Eduard se quedó callado mirándole con desprecio...
- ¿Quieres quedar igual para ver si no te duele? –dijo.

Coren comenzó a temblar… en sus ojos se vislumbraba una chispa de rabia que, hasta ahora, nunca se había visto.

- ¡¡BASTA!! ¡¡EXIJO LA MALDITA VERDAD!! – gritó pegando un puñetazo al cristal de una estantería cercana, partiéndolo y rajándose la mano- ¡¡Y NO TE IRÁS DE AQUÍ HASTA QUE LA DIGAS!!

Coren sacó su arma y apuntó a Ed.

- Psé... mala idea apuntarme con un arma, ¿sabe?, odio eso

- ¿Y que vas a hacer al respecto? -preguntó desafiante el teniente.

- Quitarle el arma de las manos.

- ¡Atrévete!

La luz reflejo algunos destellos... para cuando se dio cuenta, Coren ya no tenía el arma en sus manos.

- Listo, ahora, tal vez si lo pide como una persona decente y educada... y solo ¡TAL VEZ!, me digne a contarle algo…

Coren comenzó a temblar cada vez más…

- Marius, por favor, cálmate… -susurró Alianor.

Como si de una orden de un superior se tratase, Coren relajó sus músculos, respiró profundamente y dijo:

- Está bien, Eduard, por favor, dinos lo que pasa…

- Hum... ¡no! -dijo Eduard solo para buscar el limite del teniente...

- Nïeb, queridito, ¿Serías tan amable de por favor decirnos de que va todo esto?- dijo Alianor mirándolo fijamente a los ojos.

- Lo ve teniente, ¡Así pide las cosas la gente!

- No te conviene seguir por ahí… simplemente cuéntanos la verdad…

Coren no podía manejar los temblores hasta que sintió algo… Alianor le cogió la mano, este, sorprendido la miró. Ella le miraba fijamente y éste quedo anonadado, cuando esta lo soltó ya no quedaba ni un ápice de su rabia.

- Bueno... esto... ¿Por donde comenzar?

- Que tal… ¿Por el principio? – dijo Ali.

- Pues... todo esto, tal vez ya lo sepan, pero es un brote viral...

Los dos asintieron.

- El virus-T... todo el potencial durmiente... ese virus en las manos correctas sería capaz de cambiar el mundo, sin embargo... al final importó más el dinero y se le comenzó a usar como un arma.

Hizo una breve pausa y luego prosiguió.

- Es increíble como resultó todo... comenzando con el incidente de las montañas Arklays.

-¿Tú sabías de eso?- preguntó Alianor.

-Sí, fue por eso que no quería que entraras al cuerpo.

-Ya veo... sigue.

- Bueno... el que todo esto este sucediendo... es en cierta forma mi culpa.

-¿¡QUÉ!?- preguntaron asombrados los dos.

- Un hombre... William Birkin... desarrolló un nuevo virus... el virus-G. Éste sería miles de veces mas mortal que el T, no podía dejar que cayera en manos de Umbrella. Se envió un equipo a recoger las muestras. En secreto, pague a un hombre para asesinarle, y posteriormente destruir todas las muestras salvo una... y acabar con todo el equipo. Sin embargo algo sucedió... fueron atacados... y de alguna forma hubo un brote y todo esto comenzó...

Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Eduard...

- Saben... ese tipo Birkin... tenía una esposa e hija... yo no lo sabía... supongo que no soy mejor que Speed... –logró decir entre sollozos.

- Speed... -dijo Coren- ¿Es Vincent?, el asesino que contrataste, ¿Fue Vincent?

-Si... lo disfrazamos como miembro de la unidad que fue enviada. Todo fue planeado por mí... y otro hombre... lo que no esperaba era que me traicionarían. Vincent acabó con varias vidas inocentes. Ya... no somos muy distintos, pero... el fuego se combate con fuego, ¿no?

- Tú no tienes la culpa… -dijo Alianor- Tú no sabías que ese hombre tenia esposa y una hija…

- Pero no me importó.

- No me importo investigarlo... no me importo hacer que le quitaran la vida...

- …

- Ese hombre estaba a punto de cometer un error gravísimo, atentando contra vidas inocentes. Ese maldito virus… -intervino Coren.

- ¡No tienes idea de lo que dices!- replico Eduard molesto- ¡¡No sabes lo que se puede hacer con el!!

- ¿Alguna vez has usado aquacure?, ¿O un spray de primeros auxilios? –Preguntó Eduard.

-No…

- Yo si -dijo Alianor- En el departamento nos repartieron tres a cada uno de los miembros del equipo.

- Yo mismo los creé. -dijo el chico- El increíblemente rápido factor de regeneración y curación que tienen, es gracias a una versión inocua, y modificada del virus, si se hubiese investigado más... se habría encontrado inclusive la cura para el cáncer, pero... salvar vidas no es tan remunerable como quitarlas...

- Eduard… tú sabes llegar a la sede principal de Umbrella… ¿no? –Preguntó Coren.

- Saber llegar... prácticamente diseñé el sitio.

-Bien -dijo- me tendrás que guiar en con un mapa o algo si no quieres venir...

- Claro... pero tendrás que ir tu solo.

-Por supuesto.

- ¿Sólo?, ¿Sede principal…? ¿De que estáis hablando? – Preguntó Ali.

- La sede central de Umbrella, el sitio donde toda esta pesadilla se gestó... donde esta la evidencia que puede inculpar a Umbrella, y donde yo trabajaba, pero no te dejaré ir con él.

- Ni yo pensaba dejar que viniera… -dijo el teniente con la tristeza reflejada en la cara.

- Y usted teniente... tiene que ir y venir pronto.

- Solo necesito algunos datos…

- ¿Cuáles?

- Los que inculpan a Umbrella de toda esta catástrofe, desde aquí los mandaré a la sede del pentágono, ellos sabrán que hacer…

-¡Basta! Explicadme de que va esto… -explotó Alianor.

- Lo acabo de decir, tengo que recuperar esos datos…

- El teniente esta aquí en una misión, tiene que robar datos de Umbrella, para probar su culpa en esto... y sentenciar a los culpables.

- ¿¿Y tiene que bajar el solo??

- Si, y aun así tengo mis dudas... si no me equivoco... dentro de muy poco, Raccoon será borrada del mapa.

- ¿¡Eliminada!? –se sorprendieron ambos.

- Un misil nuclear de alto poder será enviado dentro de poco por el gobierno para evitar la expansión del virus- dijo Eduard fría y secamente

- Pero… quién sabe que cosas puede haber ahí abajo… -susurro la chica- Ademas, si es cierto lo que dices, Nïeb… ¿Como podrá salir de ahí vivo?

- No cuentas con que yo represento al ejército aquí. –dijo Coren- no pueden volarla mientras yo siga intentando recoger la información de esa sede principal.

- Eso es lo que tu crees, si no me equivoco... tú no sabias nada de esto ¿O si?

- Hum… no… -se lamentó Coren.

- Entonces ¡Date prisa!, no se lo que habrá ahí, pero ten seguro de que será difícil... te haré un mapa de lo que necesitas saber…
La chica se acercó a Eduard, y le susurró algo al oído... Eduard solo respondió negando con la cabeza.

- Estoy seguro de que él lo puede hacer.

- Al menos… eso intentaré… -dijo Coren.

- No dude teniente, eso es lo mas importante...ahora, si fuese tan amable de devolverme mi arma…

- Claro, aquí están… -dijo entregándole la pistola a Ed- Bueno… yo… será mejor que me valla ya…

Coren se dispuso a salir de la habitación.

- Cuídala bien… por favor. Y… tened cuidado.

- Lo tendremos... toma, esto es lo que necesitarás. - dijo Eduard, entregándole unas hojas de papel, y una tarjeta- Procura no tardar, creo que nosotros iremos a la universidad.

- Os veré luego entonces.

- Cuídate Marius- dijo Eduard tendiéndole la mano.

El teniente apartó la mano de un manotazo y le dio un abrazo.

- Ha sido un placer conocerte, Ed. –dijo cuando se soltaron- Y… Tranquilo, no fue tu culpa.

El teniente no se percató del pequeño aparato que el joven colgó en la ropa de este...

- Esto será beneficio para ambos, chico -pensó Eduard.

- Alianor… Bueno, espero que todo os salga bien en vuestro camino a la universidad. –dijo Marius.

La chica solo guardó silencio.

-Vámonos -dijo Eduard.

El teniente tomo su arma que estaba clavada a la pared y los tres salieron del hospital. En la intemperie, Coren miró hacia sus dos compañeros.

- Nos veremos en la universidad –dijo con la tristeza reflejada en su rostro.

- Seguro – dijo Ed.

- Suerte… -susurró Ali.

Él sabía que había pocas probabilidades de salir vivo de aquella sede, aun así, corrió por el callejón que marcaba el mapa que Nïeb le dio minutos antes. Además, el camino probablemente estaría lleno de esos malditos experimentos de Umbrella. En su cuaderno, anotó la historia de Eduard, aunque no usó su verdadero nombre. Esto probablemente le traería muchos problemas si se llegase a descubrir, pero en ese momento no le importaba, la supervivencia en ese maldito infierno era más importante logrando sobreponerse a todo lo demás. A todo lo demás excepto…

-Alianor… -susurró para si mismo.

Esa chica había escarbado en lo mas profundo de su ser para quedarse. Eso era algo que, hasta ahora, nadie había hecho. Esa chica había conseguido que Coren llegara a desesperarse por su estado de salud.

Nunca le había pasado eso, ¡Nunca! Hasta hacia apenas una hora…, sería muy difícil que esa chica de cabello largo… de un color… rubio… cobrizo, esa tez blanca como la leche de la mañana… Esa suave piel que sintió cuando la cogió de la mano para ir al hospital… salieran de su vida tan fácilmente como habían entrado.


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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Noctis » 07 Jun 2009 21:21

La distancia entre tejado y tejado era grande, pero acanzable si se saltaba. Una sombra salto de uno a otro. James y Sherry miraban como Mike ponoa un talbon desde su lado al de ellos.
-Mike: ¿Las damas primero?
-James: Muy gracioso, Mike...
James paso con cuidado al otro cuidado por la tabla. Miraba al vacio que habia tras sus pies... o mejor dicho, las calles infectadas... Respiro hondo y siguio andando hasta llegar a Mike. Saco su arma y miro a Sherry.
-James: Cruza... es seguro...
Sherry suspiro y empezo a cruzar. Un sonido les alerto: Del tejado del que habian venido se habia avierto una puerta de la que salieron unos cuantos zombies. Sherry se asusta y se cae. Afortunadamente, se sujeta al tablon.
-James: ¡Sherry!
Mike saca su M-16 y empieza a matar zombies a distancia. James corre hacia el tablon. Lentamente, se acerca a Sherry.
-Sherry: ¡James!
De la nada, un Cerberus aparece intentando atacar al joven. Una bala impacta en su cabeza. Sherry se asusta y se suelta, pero James le coge la mano con la que tiene suelta, mientras disapara con una pistola.
-James: ¡Sube!
Sherry se ayuda de James y sube al tablon. Se acelera y llega al lado de Mike. James empieza a dirigirse con ellos, pero un zombie cae sobre el tablon, moviendolo y tirandolo al vacio. James salta en el ultimo momento, agarrandose al saliente del tejado donde le esperaban Mike y Sherry.
-Mike: ¡Aguanta!
Mike se acerca y le coge la mano. Empieza a levantar a su hermano.
-James: Quiero repetirlo...
Sherry suspira.
-Mike: Bien... tenemos que buscar a Ed... vamos...
El grupo empieza a andar.
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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 21 Jun 2009 22:58

Bueno, pues otra parte mas de este rol, ya esta llegando a su fin parece ser ^^
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Siguió andando por el callejón sin encontrarse con ningún monstruo por el camino. Estaba harto de esta situación, y, después de todo lo que había escuchado de Nïeb… él también deseaba encontrarse de nuevo con Vincent. Ese tipo le había engañado desde el principio, si lo que Nïeb le contó fue la verdad, así sería.

Cruzó una esquina y un fogonazo de luz le cruzó el rostro. Una moto aparcada en frente suya y con un cadáver encima estaba esperando a que Marius la pilotara.

- Lo siento amigo…

Marius cogió al tipo del hombro y lo echó hacia atrás, tirándolo de la moto. Pudo observar como tenía la cara totalmente despedazada por algo… Tenía marcas de mordeduras por todo el cuerpo… pero no eran unas mordeduras normales, eran bastante grandes, incluso le faltaban trozos de carne. Desde luego, no sabía como se había podido mantener en la moto. No le dio mas vueltas y subió a ella. No podía perder más tiempo, tenía que llegar rápido.

Puso en marcha la moto y arrancó. Siguió por la calle que tenía en frente, en dirección hacia el sur. En el transcurso de su viaje, pudo observar como las hordas de zombies tomaban la ciudad por donde quiera que iban, incluso fue perseguido por un par de perros, como los que se encontró a la entrada del hotel Apple. Rápidamente, los dejó atrás, no tenía ganas de perder más tiempo aún.

Según el mapa que le había dado Eduard, un camino rápido para llegar a la base de Umbrella sería atravesar el zoo, así que se dispuso a ello. Aceleró en un intento de llegar más rápido a la entrada del mismo y cuando lo hizo, no se detuvo a abrir la puerta, entró directamente destrozando la cerradura de un disparo.
Ahora si, redució la velocidad de la moto, pensando que podría tener problemas si alertaba a los posibles experimentos biológicos que allí habitaran.

De repente vio una figura humana, a lo lejos, pero no tenía aspecto de ser un infectado, sus movimientos eran ágiles. Apagó el motor de su vehículo y se acercó lentamente… el sujeto estaba de espaldas a él, pero no tardó en reconocerle…

- ¡Vincent! -gritó Coren.

Marius estaba apuntándole con su arma. El interpelado se giró lentamente. Como siempre, dibujó una tétrica sonrisa en sus labios.

- ¿Cómo estás tan tranquilo?- le preguntó sin dejar de apuntar.

- ¿Por qué no miras a tu espalda...- el teniente giró y vio que Nicholai le estaba apuntando a él también- un grave error...

Vincent sacó su pistola y le apuntó, preparado para disparar.

- Como cuando nos conocimos -dijo sarcásticamente.

- Oh si, bueno, sigo estando en inferioridad, parece ser.

Vincent no quitaba esa estúpida sonrisa de su cara y Coren no pretendía darle la espalda a él, pues era el mas peligroso. Tampoco podía hacer ningún movimiento en falso, o los dos caerían sobre él. Tendría que planearlo todo muy bien.

-Bueno, aunque no se yo si en realidad estoy en inferioridad – dijo, dibujando también una sonrisa en su cara.

- ¿Qué insinúas?- preguntó, un tanto irritado.

- No, nada, nada. –dijo tranquilamente Coren- Todo esta por ver.

Vincent no parecía inmutarse, seguía apuntando al pecho. Tendría que aprovechar un fallo de Nicholai, pues no creía que Speed fallara.

- ¿Puedo preguntar qué haces aquí?

- Vas a morir de todas formas, así que te diré todo -Vincent sonrió- no trabajamos para una organización Anti-Umbrella, sino para alguien más. El dinero es la iniciativa principal, pero este es un lugar especial para mi...es mi reino -dijo carcajeándose- y estás bajo mis reglas, tú y todos, ¡Este es mi juego, yo soy el amo!

¡Todo lo que Nïeb le había contado era cierto…! No podía creerlo… Este hecho hizo que Marius se enfureciera mucho.

- Ah, y ¿Tendrás que repartir el botín con éste que tengo aquí atrás?

- Eh, un respeto, amigo –dijo Nicholai pegando el cañón de su arma al cuerpo de Coren.


¡Perfecto! Pensó. Lo tenía donde quería. No iba a esperar mucho más…

- Bueno, gracias por la información. Lo grabé todo. –dijo enseñando una grabadora- Con esto y con lo que saque del lugar al que me dirijo… no saldréis bien parados…

- Nicholai... aléjate -dijo, y el ruso obedeció- Por lo que veo, el teniente no es ningún idiota... pero arreglaremos esto como hombres, ¡arroja tu arma!

- Como quieras, pero tiradla vosotros antes – dijo Coren.

- Está bien, -dijo Vincent con aire de superioridad- ¡Tírala Nicholai!

Ambos lanzaron sus armas al suelo, y Coren hizo lo propio. Ahora estaba solo, sin armas, únicamente tenía sus puños… Vio que Nicholai se alejó de el, pero no lo suficiente como para estar fuera de su alcance. De repente, lo vio todo claro. Hizo un amago hacia delante, pero solo se puso en guardia. Amagó con lanzar una patada a Vincent, pero cambió de dirección, lanzándose a por Nicholai y propinándole una patada con el empeine en la cabeza. Esto le hizo perder el equilibrio y cayó al suelo, inconsciente.

Ya solo quedaba uno, Vincent. Empezaron a andar, formando un círculo, uno en frente del otro.

- No eres para nada idiota, Teniente- dijo Vincent, mientras seguía caminando y mirándole fijamente- esto será interesante.

- Bueno, no se si puedo decir lo mismo de ti. Sabes que tarde o temprano vas a caer.

- ¿En serio?- Vincent se rió brevemente- no lo creo... no saldrás vivo de aquí...

- Habrá que verlo.

Marius se lanzó a por el, mandando su puño directo al rostro. Vincent lo bloqueó con su brazo adelantado, el derecho. Estaba en la pose de zurdo, pese a que no lo era, pero eso implicaba que podía atacar con mayor rapidez. Dio un giro sujetando el brazo del teniente y le dio un codazo en la cara. Esto hizo caer al Coren. De su nariz brotaba un hilo de sangre. Pero se levantó rápido y arremetió otra vez contra Vincent, mandando el brazo izquierdo, pero en su lugar golpeando con el derecho en su estomago. Al momento del impacto, Vincent contrajo su abdomen, haciendo que el golpe fuese apenas perceptible, y le arrojó un gancho directo a la quijada. Coren esquivó su puño agachándose, y aprovechó para agarrarlo del abdomen, levantarlo en el aire y correr hacia delante, estampándolo contra una pared. Vincent cayó al suelo, aturdido. Se incorporó de un salto, escupió la sangre que tenía en su boca y miró al teniente en forma asesina. Pero Coren vio que respiró hondo, y se puso en guardia nuevamente. Estaba esta vez con la mano izquierda en alto, y la derecha retraída. Seguidamente Vincent le hizo un provocador gesto para que le atacara.

-Valla, ¿Tienes sangre? –dijo Coren con una sonrisa burlona- Quién lo diría…

- No caeré en un truco tan barato -le dijo- ¿Sabías que fui yo quien derribó tu helicóptero?

- Bueno, en realidad me lo imaginé, sobre todo después de hablar con Nïeb. Así que no es una sorpresa.

Vincent se carcajeó levemente, el sonido de su risa fue áspero, pero estaba tranquilo. Bajó un momento las manos, arqueó una ceja y le hizo otro gesto con su mano para que atacara. Coren hizo un amago de voltereta hacia delante, apoyando una mano en el suelo, y antes de impactar con Vincent se impulsó a su lado izquierdo y cayó estabilizado para, después, lanzar una potente patada a la espalda de Speed. Vincent recibió el impacto, y esta vez sí le dolió. Giró y esquivó una patada frontal del teniente, moviéndose hacia su costado derecho. Este inmediatamente le atacó con un golpe de puño recto, el cual esquivó y le dio una patada circular en la pierna, haciéndole que este la bajara. Coren le miró e intentó atacar, pero Vincent le volvió a dar otra patada circular en la pierna izquierda. De un salto, le golpeó en el pecho con su rodilla derecha, tumbándole. Coren se deslizó un par de metros y apoyó las manos en el suelo para frenarse. Vio a Vincent saltar de nuevo hacia el, con su puño directo al estómago. Marius rodó hacia la derecha y Speed golpeó al suelo. Rápidamente Coren volvió a ponerse de pie y miró a Vincent y éste le sonrió. El teniente lanzó una patada frontal, pero Vincent se agachó un poco y atrapó la pierna, trabando con la cara, y luego lo arrojó al piso. Estaba claro que Vincent era más fuerte que él, pero no iba a permitir que se saliera con la suya, después de lo que había hecho. Esto le hizo arremeter con más furia, brazo izquierdo, derecho, izquierdo… todos eran parados con cierta facilidad por Vincent, o así lo parecía, hasta que, en un descuido del rival, con su brazo bueno, el derecho, propinó un puñetazo recto en el pecho de Speed, con todas sus fuerzas. El golpe fue contundente, enviando a Vincent al suelo. Él se levantó de un salto, impulsándose al usar la fuerza de su abdomen, y ayudándose con sus brazos. Lanzó un leve bufido y luego miró a Coren.

Le sonrió y se lanzó nuevamente al ataque, aunque esta vez se movía en forma rápida, desplazándose con sus piernas y atacándole con varias combinaciones de puños, los cuales el teniente cubría muy difícilmente. Ahora el proceso era inverso, era Coren el que tenía dificultades, y tenía que hacer algo. Cuando Vincent se disponía a embestirle otra vez, Coren se tiró al suelo, y cogió entrelazó sus piernas a las de Vincent haciendo que éste cayese de bruces. Con un rápido movimiento, Coren sacó su cuchillo, dispuesto a ensartar a su rival, pero este previó el ataque y sacó rápidamente el suyo, parando la puñalada. Durante un momento todo se paró, los aceros estaban entrecruzados, quietos, pero sometidos a una presión brutal por un lado y por otro, mientras Coren empujaba hacia abajo, Vincent lo hacía hacia arriba. Vincent intentaba contener el cuchillo del teniente, y, con su mano libre, le picó los ojos a Coren, causándole un dolor agudo, para sacárselo de encima usando su pierna derecha, enviándole al suelo, mientras él se incorporaba.

- ¡Que limpio juegas! –dijo Marius pasándose el cuchillo de una mano a otra.

- Lo mismo digo- le contestó Vincent, haciendo girar hábilmente el cuchillo en su mano derecha, sin dejar de mirarle a los ojos- dime... ¿Cómo están los dos?

- Eso no es de tu incumbencia… -dijo suavemente pero visiblemente enfadado.

¿Qué coño sabía él de Ali?... No podía dejar que le hiciera nada… Vincent le sonrió.

- ¿De qué te ríes, idiota?

-De tu expresión- le dijo, aguantándose la risa- Ella es bonita- le dijo, mientras jugaba con el cuchillo y ponía cara de niño- ¿Crees que le gusté?

Eso fue demasiado para Marius. Sin decir nada más lanzó el cuchillo hacia Vincent y corrió tras de él. Como Speed tenía que parar el cuchillo no le dio tiempo a contener al teniente, que embistió contra el, propinándole un puñetazo en la cara, otro en el estomago y, para acabar, un rodillazo en el mismo estómago que lo hizo caer al suelo.

Coren jadeaba, estaba muy enfadado, ese tipo se tomaba demasiadas libertades.

- Se acabó el juego… -dijo.

Vincent recuperó la conciencia, y se tocó la cara, se levantó, estaba más que irritado. Le miró con desprecio, pero luego le sonrió, al acordarse de la chica.

- Peleas bastante bien para ser un inútil- le dijo.

- Puedo decir lo mismo. –Dijo- En cuanto a lo de inútil, me refiero.

Vincent se carcajeó y le miró con cara irónica.

- Aún no me respondiste, ¿Crees que le gusté a Alianor?

- Qué sabes de ella.

- Bástante...es novata en el cuerpo de S.T.A.R.S, y está contigo y Eduard, además de que es atractiva.

-Cómo sabes eso, tu no nos has visto.

Vincent le sonrió.

- ¿Te cuento un secreto?- le dijo- Trabajo para otra organización, y ellos tienen a varios espías en la ciudad, por lo que se bastante de ustedes.

- Espías… nadie nos acompañaba. ¡Mientes!, ¡Cómo lo sabes, y quiero la verdad!

- No necesariamente ellos tienen que estar con ustedes... se encuentran en diversos sectores de la ciudad, uno me dio algo de armamento, y con ello derribé tu helicóptero.

- Hum… Ni se te ocurra tocarla…

- ¿Y tú quien te crees que eres para decirme lo que tengo o no tengo que hacer?- le dijo, observándole con menosprecio.

- Tú procura no hacerle nada… O puede ser lo último que hagas.

Vio cómo Vincent apretó con fuerza los dientes.

- ¿Qué pasa?, ¿Estás nervioso? –dijo Marius- Maldito traidor… -susurró seguidamente- Todo lo que pasa en esta maldita ciudad es por tu maldita culpa... Si… Todo por tu culpa… Hiciste todo eso para nada, ja ja ja, porque no te va a servir de nada, no te saldrás con la tuya, y lo sabes.

- ¿En serio?- le preguntó sarcásticamente-¿Y quién lo va a evitar?, ¿Tú?, ¿Un simple idiota que tiene debilidad por una S.T.A.R.S?

- Este idiota te las está haciendo pasar canutas… -dijo sonriéndole-, ¿¿En serio crees, que esto es “tu reino”??

Coren comenzó a reírse a carcajadas.

- Si, éste es mi reino, yo soy su gobernante, y puedo hacer lo que se me venga en gana- le dijo, lanzando una sonora carcajada, luego metió su mano en uno de los bolsillos, sacando un tubo con algo adentro, sus ojos se encendieron con una chispeante alegría- Estos envases representan mi poder- le dijo, mirando de reojo el cilindro.

- ¿Qué contienen?

- ¿Se te ocurre algún motivo por el cuál yo deba decirtelo?

- ¡Ja!, Se supone que me vas a matar, ¿no?, ¿Qué más te da?, ¿Acaso piensas que puedo ganar?

Vincent se carcajeó entre dientes.

- Claro que no...-dijo en un de susurro- Está bien, te lo diré: Son las muestras de algunas criaturas.

-Vaya, y ¿De qué te sirven? ¿Te las pide esa "empresa" para la que trabajas?

- Así es....- le dijo- pero para quién trabajo no es importante...solo dime una razón por la cuál deba considerar dejarte vivir.

- ¿Pretendes demostrar algo con esa arrogancia?

- No, solo pregunto por qué debería dejarte vivir- dijo, ensanchando su sonrisa.

- En realidad, no deberías. Pero una cosa es que debas matarme y otra muy diferente es que puedas matarme. –le soltó sonriéndole.

- Puedo y quiero hacerlo- le dijo con total indiferencia.

- Si pudieras… ¿No lo habrías hecho ya?

- Quería divertirme un poco antes...No te preocupes, encontraré una forma de que me las paguen todas juntas...y con tu novia, le haré pedir misericordia...y me reiré a carcajadas de ella mientras grite de dolor.

- Inténtalo… como le toques un solo pelo…

- Cuando yo le toque su cabello, tú ya estarás muerto, así que...

- Bien, pues mátame.

- Con gusto- Vincent sacó la Glock que tenía guardada y disparó contra el teniente.

La bala impactó en el hombro izquierdo de Coren. Haciendo que éste se moviera hacia atrás por el impulso.

- ¿Eso es todo? –dijo agarrándose la herida, con una leve mueca de molestia en el rostro.

La expresión de asombro en el rostro de Vincent fue más que evidente, y luego cambió a una de rabia.

Coren dibujó una amplia sonrisa en su rostro.

Vincent le miró con cierta neutralidad en su rostro, luego arqueó la ceja y le expuso su obra de arte:

- ¿Sabes?, antes de que tú llegaras, hice una pequeña demostración de arte- se rió levemente- ¿Quieres verla?, está por allí -Vincent señala hacia unas personas tiradas en el suelo, atadas con cuerdas, y un gran charco de sangre a su alrededor.

- Sigo pensando que no sabes hacer nada bien… ¿manos atadas? ¿Tan cobarde eres como para no dejar que se puedan defender?

- Jajaja...en realidad eran los amigos de un policía...y él no pasó unas pruebas que le puse- El brillo en su mirada volvió a encenderse- Cuando llegué aquí, maté al piloto de uno de los helicópteros de rescate, sus pruebas consistían en resolver un pequeño acertijo, si lo hacía bien, Nicholai desataría a dos, pero como no fue así, cortó la soga y murieron en la caída... la segunda fue más difícil, tumbarme en un pequeño combate en menos de veinte segundos, la primera lo tumbé yo, y Nicholai cortó dos sogas más...a la segunda, él me tumbó, pero con tres segundos de retraso, por lo que fueron tres sogas más... solo quedaba una chica...parecía importante para él...así que le dije a Nicholai que me arrojara su Glock, y ésta sería la última prueba, por esa vida. Desarmé la de Nicholai y también la mía, dejando en los cargadores solo una bala, y quien la armara primero, la usaría contra el otro...claro que él perdió, la chica murió y él... también.

Marius sacó su arma y apuntó a Nicholai.

- Mira, ahora puedo hacer que tu compañero muera… -dijo Coren- O... mejor no.

En el último segundo viró el arma, apuntando a la cabeza de Vincent y disparó.
La bala surcó el espacio que los separaba, con una velocidad pasmante. Pero no dio en el objetivo, que era lo que realmente quería Coren. En vez de eso, tocó su cara, abriéndole una pequeña herida, de la que manó una línea de un líquido rojo...

- Vaya, parece que no eres tan todopoderoso como parece, ¡Sangras de nuevo! -dijo Coren burlándose.

Vincent se cogió la cara con la mano, sintiendo el tibio líquido escurrir por ella. La retiró para mirarla, y luego con una rabia demencial abrió fuego contra el teniente.

Esta vez, Coren no dejó que las balas le alcanzasen, y rodó hacia un lado, guareciéndose tras una pared. Aprovechó el momento para vendarse la herida abierta e intentar cortar la hemorragia.

- ¡Vamos, no seas tramposo!, ¡deja las armas! ¿O es que dependes de ellas? -gritó desde su escondite.

Vincent se sintió aún más irritado por esa provocación, arrojó su arma y se lanzó contra él.

Estaba entrando en su juego, una persona enrabietada nunca esta al cien por cien. En su carrera, Vincent recibió como respuesta una patada en el pecho, que supo esquivar. Vincent aprovechó el fallo para propinar una patada en el costado a Coren. Esto hizo que su arma, que todavía llevaba en la mano, saltara por los aires, perdiéndose en la oscuridad.

De nuevo, comenzó la lucha cuerpo a cuerpo. Golpes, por parte de los dos rivales, iban y venían, algunos golpeando en el cuerpo del contrario, y otros pasando muy cerca de su objetivo…

Coren encajó un puñetazo en el hombro, donde tenía la herida. Esto le hizo retroceder con una mueca de dolor en el rostro. Vincent cubrió una patada de circular del teniente, y aprovechó el envío atrapándolo con sus piernas y tirándole al suelo. Coren se liberó de la llave y continuó atacando.

Marius, impactó contra Vincent, placándolo, pero este se agarró a Coren y los dos cayeron al suelo. En el forcejeo, Coren se levantó mas rápido que Vincent, y este estaba de espaldas a él. Marius le cogió por el cuello apresándole con un brazo, y lo mantuvo así unos segundos hasta que Speed dejó de forcejear con él y cayó desplomado en el suelo. Solo le había dejado inconsciente.

Ahora no podía perder más tiempo, tenía que obtener esos datos...

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Mensaje por Kevin Gomez » 28 Jun 2009 02:08

ADIOS ALEX, LIAN, CLAIRE R, FENIX, BLACK HOLE (PRIMERAS MUERTES: ALEX, LIAN Y CLAIRE R)
LAS SEGUNDAS VENDRÁN EN LA PRÓXIMA.
Wesker les había informado que iban a trasladar al proyecto Nix en helicóptero y lo sacarían de la ciudad. Ya no tendrían tiempo de llegar hacia las instalaciones, pero podrían interceptarlo hacia el Oeste, en el zoológico. Era curioso, ya que él se había dicho a si mismo, momentos antes, de que no iría hacia allí, pero así lo demandaba la situación. Pero también les había dicho que los UBCS, el Servicio de Contramedidas Biológicas de Umbrella, más concretamente un pelotón de soldados, tenían por encargo obtener el <<paquete>>.
Vincent comprobó la hora, eran las tres y cuarto de la mañana, y el helicóptero pasaría por el zoológico a las cuatro. Tenía tiempo, todo marchaba bien y estaba convencido de que esto sería algo seguro. Ya había demostrado su poder, ya había vencido al Némesis, y una vez que tuviese al Nix, comenzaría la recta final de la historia, y él obtendría miles de millones, Wesker no tendría límites para pagar cuando cumpliese con todo.
Si aún quedaban soldados con vida, seguramente estarían evacuando sobrevivientes hacia donde vio que se dirigía el helicóptero. Estaba cerca, a unas cuantas calles del zoológico, por lo que podría robar un helicóptero de allí, si aún quedaban. Sería como una brecha de oro para él, ya tendría el instrumento para largarse de Raccoon City, y no tener que esperar a que Wesker enviara a un equipo a buscarle. Aunque también le había dicho algo que le dejó un tanto inquieto: al amanecer, la ciudad sería borrada del mapa. Al parecer, el gobierno pensaba mandar un bombardeo atómico para evitar que el virus T siga extendiéndose.
Habían ido por la calle Ema todo el trayecto. Aunque cuando se enfrentó al Némesis, fue antes de ir por esta, en la calle Euston. Pero solo recorrían por el medio de la calle, por si algún infectado o cualquier otra cosa saliera por los callejones que se conectaban a Ema. Estaba cerca de la Torre del Reloj, pero no quiso tentarse, e ir a patearle el trasero a Eduard y al teniente, no merecían la pena. Durante el camino se encontraron con siete infectados, pero los eliminaron rápido, y sin hacer demasiado ruido, para evitar atraer más. Habían escalado algunos cuantos coches destrozados, puestos uno contra otro, a modo de barricada, pero finalmente habían llegado. El escenario era concreto: Una parte de los UBCS estaban evacuando a los sobrevivientes, mientras que la otra, resistía el ataque de los infectados, pero no con mucho éxito. En pocas palabras, eran un grupo que dejaba bastante que desear. Algo tan simple como matar a un jodido zombi era una tarea difícil, al parecer, para los ineptos mercenarios. Eso reforzó su idea de que él era alguien superior, un dirigente natural entre los hombres menores, llamado para triunfar, y ver como sus enemigos se arrodillaban ante él, suplicándole misericordia. Pero claro, él no se las concedería. Además, como si fuese una recompensa cósmica por su gran trabajo, había obtenido algo que le sería de mucha ayuda, un lanza garfios. Un aparatejo con el funcionamiento similar al de una pistola estándar, pero que le permitiría subirse a lugares altos, ya que tenía enrollado un arnés metálico muy resistente que era lo que le permitiría sostenerse, debía tener unos veinte metros de extensión, a lo sumo, ya que Vincent le calculaba un peso de unos dos kilos y medio, quizás tres.
Ambos llegaron a la zona de evacuación. Se estaba acercando uno de los helicópteros de trasporte, un SA .300 Puma, no tardaría más de treinta segundos en llegar.
- Ese aparato puede trasportar a dieciséis soldados armados y dispone de estanques de combustible autosellantes, para soportar el fuego de armas de calibre pequeño- Vincent le comentó a su compañero- lo usaremos para largarnos de aquí.
- ¿Y cómo piensas obtenerlo?- le preguntó, no muy convencido.
- Con esto- le dijo, enseñándole el lanza garfios- espérame aquí.
Vincent se fue a gachas hasta encontrarse a una distancia favorable para usar el objeto. Lo alzó con ambas manos, y jaló del gatillo. Un tiro perfecto, el arpón se ensartó en puerta izquierda de la cabina. Luego, soltó del gatillo, tomando firmemente el lanza garfios, y fue propulsado por éste hacia el aparato. Con cierta brusquedad se topó con la puerta, ante la mirada de expresión sorprendida del piloto y su acompañante. Abrió la puerta, sujetándose del asiento del copiloto y jaló a éste, arrojándolo del helicóptero, para poder entrar. Le apuntó al rostro del piloto con la USP, susurrándole prácticamente al oído.
- Abre la puerta- le dijo, al mismo tiempo que le dedicaba una sonrisa.
- S..si, ¡si!- el piloto hizo lo que Vincent le había ordenado. El sonido ronroneante del motor y la entrada brusca de aire a la cabina le daban cierto toque a ese momento. No era que estuviese loco, ni nada por el estilo, pero saborear el suspense anterior al asesinato de alguien, era todo un placer.
- Muy bien, ahora…bájate- sentenció Vincent.
- ¿Q…qué?- le preguntó el piloto estupefacto, prácticamente echando espuma por la boca por el pánico que sentía. –Escúcheme, tiene que hacerlo, usted no quiere hacer esto, ¡No me haga daño!, ¡No soy ninguna amenaza para usted! -los rasgos ratoniles y afilados, ya estaban enrojecidos por el miedo. Vincent pensaba que hacerle esperar la muerte a un hombrecillo así, tan penoso como aquél, era toda una crueldad.
- ¡Que lo hagas!- gritó Vincent enfurecido.
- ¡No!- grito el piloto, totalmente acobardado.
Vincent se hartó y empujó al hombre fuera del aparato. Jerónimoooo. Se dijo a sí mismo, mientras tomaba los controles del aparato y lo hacía aterrizar. No era un piloto experto, ese era Nicholai, por ello le necesitaba.
El ruso ya estaba junto a él cuando descendió del helicóptero. Cerca de ellos, estaba el cadáver del piloto, a quien se le había roto el cráneo, y su cerebro había ido a parar a varios metros.
Ahora solo faltaba esperar al helicóptero con el <<paquete>> y cuando eso sucediera, finalmente sabría qué demonios era el Nix. Se había hecho varios bocetos imaginarios en su mente, aunque sabría si estaba equivocado con ellos o no cuando derribase ese aparato. Pero para ello tendría que esperar unos quince minutos, y no quería aburrirse.
Le hizo algunas señas a Nicholai para que lo siguiera. Cuando Vincent vio a los demás sobrevivientes, supo entonces que tenía que matarles. No había ninguna razón práctica en ello, pero la oportunidad era demasiado tentadora como para dejarla pasar. Por algún golpe del destino, el policía al cual le había disparado había conseguido sobrevivir, y ese era un honor que no se merecía, por lo que tendría que arreglarlo.
En ese momento, había varias personas junto al oficial. Estaba acompañado por otro policía. Vincent se descolgó el rifle y seguidamente apuntó a la cabeza del acompañante. Era un hombre musculoso y con el cabello castaño. Vincent le disparó y el proyectil le atravesó el cráneo, al mismo tiempo que las chicas que los acompañaban gritaban por el espanto. Un bello coro brotaba de sus gargantas, impulsadas por el horror, como si fuesen una armoniosa melodía de la muerte.
Los acompañantes inmediatamente reaccionaron, pero Nicholai les disparó con la Famas certeramente en la cabeza. El primero en caer fue un sujeto barbudo, y luego otro de cabello negro corto. Inmediatamente, Vincent sujetó a una de las chicas, una joven de unos dieciocho años, de cabello castaño, y muy bonita, a la cual le apuntó con la USP en la cabeza, escudándose tras ella.
- Un movimiento en falso…y esta preciosidad les hará compañía a sus amigos- sentenció, ante la mirada de impotencia del policía y los demás sobrevivientes- espero que me recuerdes- exclamó, dirigiéndose al policía.
- Así es…hijo de…
- Cuidadito, cuidadito- Le amenazó Vincent- no querrás que mi arma se dispare… jugaremos un pequeño juego. Nicholai, átalos- ordenó- si alguno se resiste, la chica muere…desármalos también, pero deja al policía.
El ruso tomó unas cuerdas que usaban los UBCS para descender y les ató de manos a todos. Luego los enganchó al fuselaje del helicóptero. Con unas señas por parte de Vincent, Nicholai hizo despegar el aparato. Vincent notó algunos gestos de dolor en las víctimas, mientras eran elevados por el helicóptero. También el había dicho que pusiera el piloto en automático. Ese tipo de aparatos estaba conectado tanto la cabina, como al resto de éste. Cuando el ruso se asomó, Vincent giró hacia el oficial.
- Bien- dijo colocando sus manos al frente, como si tuviese algo planeado ya- haremos un pequeño juego- le dijo- jugaremos por dos personas, si resuelves un pequeño acertijo, se salvan dos, sino, mueren…ahora vamos…En un determinado país donde la ejecución de un condenado a muerte solamente puede hacerse mediante la horca o la silla eléctrica, se da la situación siguiente, que permite a un cierto condenado librarse de ser ejecutado- comenzó- Llega el momento de la ejecución y sus verdugos le piden que hable, y le manifiestan: "Si dices una verdad, te mataremos en la horca, y si mientes te mataremos en la silla eléctrica". El preso hace entonces una afirmación que deja a los verdugos tan perplejos que no pueden, sin contradecirse, matar al preso ni en la horca, ni en la silla eléctrica. ¿Qué es lo que dijo el reo?- deteniéndose a tomar un poco de aire- tienes veinte segundos desde ya- finalizó.
El hombre no parecía captarla, y empezaba a sudar. La respuesta era simple. El reo solo podía decir que iba a morir ese día, por que no estaba ni mintiendo, ni diciendo la verdad, estaba prediciendo algo. Había escogido un acertijo no muy difícil, pero ya se le había acabado el tiempo. Vincent le hizo la señal a Nicholai, y éste cortó dos de las sogas.
Eran una muchacha joven y una chica de rasgos asiáticos, que se estrellaron duramente contra el pavimento. Una muerte instantánea, prácticamente.
- Allí el resultado de tu ineptitud- dijo Vincent, ante la mirada atónita del policía, podía jurar incluso que estaba por llorar- aún quedan personas a las cuales salvar…pareces un buen luchador, si me tumbas en menos de veinte segundos, salvarás a dos más, sino, sufrirán el mismo destino.
- ¡Está bien!- gritó, lleno de furia.
Vincent se puso en guardia, el policía hizo lo mismo. Speed le atacó con una patada lateral, el cual logró esquivar. Le lanzó un puñetazo, pero Vincent lo simplemente movió su cabeza hacia un lado para dejarlo pasar y darle un potente gancho en las costillas, y una patada circular en las piernas, levantándolo por el aire, para que finalmente cayera al suelo.
Nicholai, ante esto, cortó dos sogas más y se estrellaron dos más. El policía se levantó totalmente fuera de sí.
- ¡Por cuatro ésta vez!- gritó.
- Claro que acepto- dijo Vincent, un tanto sorprendido por la confianza de aquél individuo, pero igualmente divertido por ello, al momento en que se ponía en guardia nuevamente- ¡Nicholai, controla el tiempo!
Vincent atacó con rápidas combinaciones de puñetazos, las cuales el policía apenas podía contener. Le lanzó una patada de barrido a los pies, pero éste logró esquivarla. Acto seguido, giró y lanzó una patada de revés, la cual por poco no impactó en Vincent. Ese atrevimiento le enfureció, y dio un giro en el aire, para darle una patada, pero el policía lo empujó, enviándole al suelo.
Se notaba el agotamiento del hombre. Vincent observó a Nicholai desde el piso, esperando su respuesta.
- Tres segundos tarde- sentenció el ruso, por lo que Vincent sonrió.
- ¡¿Qué?!- Gritó el policía- ¡No, no!- Exclamó al momento que Nicholai cortaba tres sogas y las víctimas morían.
Vincent observó un momento a la última persona. La chica que había tomado de rehén. Por la expresión del rostro del sujeto, era especial para él. Se incorporó y le dio una nueva orden a Nicholai:
- Arrójame tu Glock…es hora de la última prueba.
El ruso hizo lo que le había ordenado. El arma fue atrapada por Vincent. Era el momento final. Sacó su Glock y se la enseño al policía.
- Cuando los entrenan, les hacen desarmar y armar sus armas…quien lo haga primero, lo usará con el otro- dijo, al momento que le quitaba los cargadores y le quitaba sus respectivos proyectiles, hasta solo dejar uno. Se acercó hasta un trozo de pared medio caído, que servía de mesa. Allí desarmó ambas pistolas y dejó las partes listas- que comience el juego- dijo.
Vincent empezó a colocarle el resorte a su pistola, mientras dirigía miradas rápidas y muy seguras a su adversario. Esto era un juego de niños para él. La parte de arriba quedó lista, mientras que la unía con la de abajo. Finalmente, colocó el cargador y le apuntó al rostro de expresión exhausta y derrotada del policía. Cambió la dirección, y disparó, justo en la frente de la chica.
El hombre gritó y se lanzó sobre Vincent. Éste le pateó en los genitales, y le tomó del cuello. Le apretó un poco.
- Mo…monstruo- le espetó el hombre.
Te mostraré cuán monstruo soy, mierdecilla. Vincent apretó con más fuerza el cuello de su victima, mientras notaba como sus ojos se salía de las orbitas, mientras que su falta de aire empezaba a hacer que se notaran las venas en su frente, y su rostro cambiara de color. Presionó con mayor fuerza…y éste murió, en un último espasmo.

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Noctis » 28 Jun 2009 21:49

El grupo seguia corriendo por los tejados hasta que...
-Mike: No hay otro remedio...
-James: Mierda -.-
Miraron a una ventana de la comisaria. Mike saco su M16 y apunto... pero James salto hacia el crista y lo rompio, entrando al piso de la comisaria.
-James: ¡Esperar!
James se puso a buscar y puso un tablon donde podian cruzar. Tras hacerlo, se hayaban en el segundo piso de la comisaria.
-Mike: Debemos continuar...
-???: STARS!
-James: ¿Que ha sido eso?
-Mike: No puede ser...
Mike miro horrorizado el proyecto del que le hablo su padre: portado con un lanza-cohetes, les miraba como si fueran ciervos en medio de una caza.
-Mike: ¡Corred!
El grupo empezo a correr como pudo hasta llegar a un pasillo con la puerta trabada con clavos. Pero un roto en la parte de abajo les dejaba entrar.
-Mike: ¡RAPIDO!
Sherry entro dentro, pero cuando James se disponia a hacerlo, Mike le detuvo.
-Mike: No puedes...
-James: ¡Dejame!
-Mike: No te dara tiempo... Antes de que cruces eso te reventara de un tiro...
-James: Pero Sherry...
-Mike: Salgra adelante... es o dejarla sola o que nos mate a todos...
-James: No...
Mike cogio a su hermano y sin avisar, corrio con el a la ventana. Nemesis les vio correr, centrando su atencion en ellos. El duo salto, callendo a la calle... concretamente en unos arbustos.
-Mike: ¡NO TE PARES!
Mike levanto a su hermano y empezaron a correr mientras los misiles explotaban cerca de ellos. James dejo derramar unas lagrimas, por dejar a su amada detras. Mike rompio el cristal de un coche, entraron, hizo un puente y empezo a alejarse, aun con los misiles intentando darles. Al doblar la calle, los disparon cesaron.
-Mike: Estara bien...
-James: Eres un hijo de pu...
-Mike: Piensalo: si la hubieras seguido, te hubiera visto y os perseguiria a los dos sin cesar... ahora solo se centrara en nosotros... o en Jill...
-James: ¿En quien?
-Mike: Nadie...
-James: Regresemos... tenemos tiempo...
-Mike: No hay tiempo... van a volar la ciudad y tenemos que ir con Nieb a la universidad...
-James: ¡¿Va a dejar a Sherry morir?!
-Mike: Sobrevivira...
James le pego un puñetazo a Mike. Este se sorprendio: La fuerza de su hermano era increible... le miro a los ojos... James los tenia ojos brillantes...
-Mike: Adme caso... Anne esta alli... sobrevivieran... pueden escapar por los trenes...
Mike escupio la sangre del golpe por la ventanilla.
-James: Soy un monstruo...
-Mike: James... lo que has hecho... es un gran acto... y me demuestras que de verdad la quieres...
-James: Si la quisiera... no la habria dejado sola...
-Mike: James... si no la quisieras... la habrias seguido y habrias marcado vuestro final...
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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Black Hole » 01 Jul 2009 02:39

[quote="kevin_"]ADIOS ALEX, LIAN, CLAIRE R, FENIX, BLACK HOLE (PRIMERAS MUERTES: ALEX, LIAN Y CLAIRE R)
LAS SEGUNDAS VENDRÁN EN LA PRÓXIMA.[quote=]

Mmmmm.... Te ruego que esperes, yo le encargue a mi amigo Fenix que se hiciera cargo de mi personaje por una par de situaciones, pero nunca escribio algo, te ruego perdon, yo voy a seguir por los dos. OK?
Fishes go puk, puk, puk! :3

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Re: ROL: The City of Dead. Regresamos para la masacre.

Mensaje por Lykos » 01 Jul 2009 10:47

Ya no creo que puedas, estas muerto pues escribió ya la sit, solo le falta subirla. Se dieron varios avisos y no se hicieron caso, ahora.. mala suerte.
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