-¿No me ibas a contar una historia?
-¿Qué historia?
-Si, coño, una sobre hace mil años, cuando te secuestraron no sé dónde.
-Mil años...-repuso Claire. -No hace tantísimo y ¿No sé dónde? No parece un lugar muy creíble.
Moira hizo un gesto de resignación. -¡Joder! Ya sabes a qué me refiero.
-No es nada interesante.
-Si que lo es. Además, tienes que contarla antes de que aparezca Barry con su "Jill Sandwich"- Apremió con desesperación.
-Se está bien aquí ¿Verdad? Hacía mucho que no me perdía en el campo para desconectar.
-Una barbacoa. La verdad es que tengo hambre. Pero ¡Eh! No cambies de tema.
La brisa veraniega acariciaba a las chicas con dulzura. Barry estaba cocinando en su cacharro humeante todo tipo de carne. Chris conversaba con él, alegremente. Y Kathy estaba sentada observando el paisaje, con una serena sonrisa en sus labios.
Polly le enseñaba a Natalia cómo saltaba una ranita verde entre la vegetación.
-Cuando tenía tu edad, a veces cogía mi moto y me largaba, sin rumbo. En esa época descubrí muchos sitios como este. Escondites llenos de exhuberante naturaleza. Tranquilos.
Moira asentía, echada sobre una especie de manta, mirando al cielo.
-Mi hermano casi siempre estaba fuera, de misiones. Tenía mucha libertad. O soledad...según se mire.
-La soledad está en uno mismo.- Dijo Moira. -Pero ¿Y la historia?
-Es curioso- comentaba Claire ensimismada, perdida en sus palabras. -Las cosas cambian de un momento a otro, sin que lo veamos venir. Un día tienes familia y al otro eres huéfana. Crees que los zombies son solo cosas de películas de terror y de pronto te ves en una ciudad llena de criaturas sacadas de un videoclip de Michael Jackson. Pero hay cosas que...
Moira la escuchaba, atenta, con la mirada llena de admiración.
-¿Cosas que qué?
-Tenía diecinueve años. Cuando pasó todo aquello, hace mil años, no sé dónde -Le dijo con una sonrisa.-Fuí a buscar a mi hermano a Raccoon pero no le encontré por ninguna parte. Mis investigaciones me llevaron a una base en Europa, dónde fuí secuestrada y llevada a una prisión. - Dijo y paró un instante, como si se acordase de algo de repente. -Pero todo eso tú ya lo sabes ¿No?
-Si. Te encontró tu hermano. Estaban ahí dos pirados rubios y un chico amigo tuyo, Steve.
-Es un resumen, sí.
-¡Ah! Y Wesker...joder cómo odio a ese tío.
-Sí, él también estaba...- comentó, pensativa. -¿Sabes, Moira? Me prometí no volver a mencionar nada sobre esa...ese suceso pero, por una persona que es capaz de salvarme así la vida creo que puedo hacer una excepción. - terminó diciendo mientras le tocaba un hombro.
La joven sonrió como una niña, con admiración y timidez. Un gesto bastante insólito en ella.
Claire se desperezó y colocó en una postura distinta, como si la situación lo requiriese.
-Todo empezó en el avión. Steve y yo tomamos uno para escapar de aquella prisión. Las cosas iban bien, hasta que algo golpeó con la parte trasera de la aeronave. La escotilla de carga estaba abierta.
-¿Quieres hamburguesa o perrito caliente, Moira?- Interrumpió Barry.
-Joder...¡Los dos!- chilló la joven.
-Yo prefiero hambuguesa, por ahora...- Dijo Claire, pensativa.
-Puedes seguir.
-Humm...la escotilla de carga. Steve se quedó a los mandos mientras yo iba a ver qué sucedía. Entonces me topé con algo que nunca me habría imaginado...- Continuó Claire con la mirada perdida. Y de pronto enarcó una ceja y resopló un poco. -No sé, nunca pensé que...pero ahí estaba...
-¿De qué habláis? - Se acercó Chris con un perrito caliente en una mano.
Moira puso gesto de abatimiento. ¿Es que nunca iban a dejar a Claire contarlo de una sentada?
-De aquello que nos pasó...ya sabes,
aquello.
Chris de pronto se atragantó un poco. -Ah, eso. ¿Se lo vas a contar?
Su hermana asintió.
El capitán se encogió de hombros. -Pero es difícil de creer.
-Lo sé.
-Después de lo que nos ha pasado, me lo creo todo- Contestó Moira con brillo en sus ojos. Estaba completamente intrigada.
-Recuerdas cuando a tí...- Dijo Claire.
-Ah, si. Cómo olvidarlo. -Repuso el hombre con gesto de enfado.
-¡Eh, eh! Pero Claire, no has terminado tu parte. ¿Qué era lo que había en la parte de atrás del avión?
Los hermanos se sonrieron con picardía.
-Creo que te va a gustar más la historia si te la contamos entre los dos.
-Pero...joder...- musitó dubitativa, sin saber qué decir.
-Sabes que fui a buscar a Claire. En uno de los laboratorios me reencontré con Wesker. Yo creía que estaba muerto, pero por lo visto tenía mucha más guerra que dar. Al fin y al cabo, era como una cucaracha, incluso pueden sobrevivir una semana sin cabeza.
-Pero tenía cabeza ¿No?
El agente de la BSAA soltó una carcajada. -Si, por suerte tenía...o por desgracia.
-Es que yo ya de ese loco me lo trago todo. - Contestó Moira con una sonrisita de satisfacción. Había conseguido sacarle una sonrisa con una de sus bromas.
-El caso es que empezó a soltarme un sermón de los suyos, que era muy poderoso, que si yo no sabía cuánto me odiaba por haber truncado sus planes en el pasado, con esas irritantes y absurdas carcajadas suyas de por medio. No sé qué le hacía siempre tanta gracia.
-Creería que le iba acorde a la vestimenta. - Dijo Claire.
-¿Qué pasaba con su ropa?
-Pues...de pronto llevaba ropa de cuero, negra, con una levita y botas del mismo color. Y las gafas de sol de siempre.- Describió Chris.
-Joder...¿Qué se creía, Neo? ¡Puto viejo loco! Seguro que era por la crisis de los cuarenta...o los cincuenta...los que tuviese por esa época.
Claire soltó una risita. -No sé si ese tipo de gente tiene ese tipo de crisis.
-¿Estás de coña? ¡Más que nadie! Tu ponte en su piel, un estúpido viejo loco al que siempre salen mal los planes porque en el fondo no es tan listo como se cree. Nadie lo soporta, evidentemente. Estaría solo siempre, maquinando tribulaciones de los huevos que luego siempre salían mal. ¿Qué mejor que vestirse a lo "Matrix" para sentirse inmortal? Creéme, que yo siempre estoy rodeada de viejos.
Chris sonreía mirando a su hermana, mientras ella reía.
-¿Y eso de los viejos lo dices por Barry?- Quiso saber.
-Seh, por Barry y por el viejales ruso y por todos. Siempre me rodean los viejos, tengo como un imán o algo.
-Supongo que la crisis de Barry consistió en atiborrarse a sandwiches.- Añadió Chris. -El caso es que tras un intenso y breve reencuentro, Wesker me agarró del cuello, intentando estrangularme .Le golpeé en la cara intentando zafarme. Estaba perdiendo todo el aire y sus renovados poderes no me daban tregua. Era mucho más fuerte que antes, o eso parecía. Me tenía contra la pared, ahogándome con su extraña y antinatural fuerza de insecto. Estaba perdiendo todo el oxígeno, aunque intentaba por todos los medios liberarme de su presa...entonces escuchamos algo...ecos de una voz...
"Es ahora o nunca...sujétame fuerte..."
Wesker aflojó un poco, pero pronto recobró la firmeza.
"Bésame, cariño...se mío esta noche...mañana, será demasiado tarde"
Eran unos ecos extraños, una voz muy grave, profunda.
Entonces algo apareció en una de las pantallas. -¡Alexia!- Gritó Wesker. Y desapareció de allí, dejándome abatido, en el suelo. Pronto me levanté y tuve que enfrentarme a un monstruo que estaba dentro de una de las incubadoras...
-¿Pero qué coño era eso? ¿Wesker te había preparado una velada romántica en un laboratorio perdido, lejos de la civilización?
El capitán negó con la cabeza.
-No, no tenía que ver con Wesker- Dijo Claire. En su actitud se notaba cierto cansancio, cierta...tal vez, vergüenza.
Moira no acababa de entender qué era lo que escondía aquella historia tan inconclusa y misteriosa.
Chris parecía, más bien, cabreado con todo el asunto.
-Aquí está tu perrito y aquí tu hamburguesa - Dijo Barry trayendo una bandeja llena de carne. -¿Qué pasa?- Dijo masticando con vehemencia. -Os habéis quedado mudos.- Comentó tocándole bruscamente la cabeza a Natalia. Todos se habían sentado a comer.
-Me estaban contando -Respondió Moira metiéndose casi la salchicha entera en la boca -una histora rara que les pasó hace mil años. Lo de los Ashford.
-¡Ah! Pero eso ya lo sabes ¿No?
-No todo...-repuso Claire.
-Hay una cosa que no llegamos a contarle.- De repente se habían puesto misteriosos los hermanos Redfield.
Barry torció el gesto. -Ya sé lo que és, pero no supera lo de el "Jill Sandwich".
Moira suspiró. -Cualquier cosa supera eso, estoy hasta los cojones de que lo cuentes.
-En el fondo te gusta, como mis hamburguesas.- Dijo poniéndose tres carnes en un pan.
Su joven hija le dedicó una ardiente mirada de reproche.-¿Y cómo termina la historia?- Insistió.
-¡Están buenísmas, Barry!- Le elogió Chris. Barry asentía con satisfacción.-Bueno, Moira, la historia. Sigue así; Alexia bajaba las escaleras, transfórmandose debido al Virus Verónica. Wesker salió huyendo con una excusa barata, "Te lo dejo a tí, siempre fuiste uno de mis mejores hombres".
-¡Qué ocurrente! Seguro que nunca te dijo eso cuando eras su subordinado. -Comentó Barry.
Chris negó con la cabeza. -Sólo cuando le convenía. En fin. El caso es que me tuve que enfrentar en solitario a ella. Continuaba bajando las escaleras, riéndose descaradamente. Mas, algo extraño se escuchaba de fondo. Una música, sugerente, puede que de un bajo, acompañado de unos chasquidos. Acompasada con los pasos de Alexia. Ambos buscamos con la mirada el origen de aquellos acordes pero no conseguíamos ver nada.
Una voz, masculina y potente comenzó a cantar Fever, la versión de Elvis Presley. Y apareció ante nosotros un tyrant vestido de dicho cantante. No supe de dónde salía la música, pero parecía dedicárselo a ella.
-¿¡Qué?! ¡Un puto tyrant vestido de Elvis! Esto es mejor que lo del Sandwich, papá- Interrumpió de pronto Moira entre carcajadas. A lo que Barry lanzó una mirada inquisitiva a su hija, ofendido.
Chris continuó.-¿Qué es esto? - Preguntó altaneramente, mientras el monstruo la tomaba de la mano y la ayudaba a bajar los últimos escalones. -¡Tú! Deshazte de esto. -Me ordenó sin reparar en los cordiales modales del tyrant.
-Ni hablar.
-¿De dónde ha salido semejante...engendro?
-Sois vosotros los que creáis bichos, a mí qué me cuentas.
La mujer se quitó del monstruo con desdén y dijo. -Da lo mismo, no es rival para mí. Ahora, nadie lo es. - Y soltó uno de sus llameantes fluidos hacia su admirador.
"You give me fever, when you kiss me, fever when you hold me tight."
Cantaba en llamas. Su voz era bonita y entonaba bien. De vez en cuando, le tiraba besos a Alexia. Estaba todo lo seductor que podía. Incluso movía las caderas al ritmo de la percusión, embistiendo, zarandeándolas con lujuria. Era repugnante.
-Madre mía...- Se me ocurrió decir.
-No creas que por esto vas a escapar. Tu destino será el mismo ¡Cenizas!- me advirtió Alexia.
Pero el monstruo intentaba bailar con ella. Forcejearon unos instantes y finalmente Alexia salió victoriosa. El tyrant volvía a quemarse y esta vez quedó casi desnudo.
Yo ya ni sabía qué pensar. -Ahora encima streapteasse...
A pesar del incidente, yo tuve que enfrentarme a mi enemiga, al son de Fever.
Llegó un momento en que casi todo el lugar estaba rodeado por el fuego y Alexia se erguía dentro, con las llamas recorriendo su cuerpo. Yo intentaba vencerla y mientras tanto su pretendiente no paraba de decir "What a lovely way to born...what a lovely way to born..."
Todo era una burla, una sátira, una estupidez. No obstante, conseguí acabar con ella, por el momento. Y el tyrant se despidió de su amada con esas palabras.
Qué gilipollez más rara.- Terminó de explicar el capitán.
Moira y sus hermanas no paraban de reirse. Barry seguía ofendido y su mujer soltaba carcajadas sutiles. Por el contrario, tanto Chris como Claire, parecían desconcertados, cabreados y avergonzados. Debió ser algo bastante traumático, o patético, según se mire.
Cuando se calmaron un poco las cosas Moira volvió a hablar -Pero ¿De dónde salió ese cabrón?
-No parece que a vosotros os haga demasiada gracia- dijo su madre.
Chris y Claire se miraron enarcando una ceja.
-Es que después de pasar tantas cosas tan horribles, en Raccoon. Aguantar a tantos locos y psicópatas, tu esperas que al menos haya algo de seriedad, cierta coherencia. Como si te lo debiera el destino- explicaba Claire - Pero resulta que todo el esfuerzo por sobrevivir y acabar con el origen del mal te es pagado con una especie de burla. No sé...yo desde esa vez ya...- Terminó diciendo, cabizbaja, con la mirada vacía.
-Fué realmente ridículo. En la mansión de las Montañas Arklay, había muchos podridos de esos histéricos, Wesker e incluso alguna cosa un poco absurda, pero todo tenía, como ha dicho ella, cierta cohesión, cierta lógica. Aquello ya carecía de ella por completo.
-No obstante -Continuó su hermana -Tampoco es que esté traumatizada, simplemente es una sensación de vergüenza. Como si fueras a dar un discurso serio y de pronto los oyentes se rieran de tí y no te prestasen atención. Pero, bah, es absurdo y ridículo, mas, es mejor tomárselo a broma, supongo.
-Pues yo habría preferido que Neil hubiese cantado el jodido Happy Birthday vestido de Marilyn Monroe que atacarnos como un puto loco.- Añadió Moira.
-Visto así...-dijo Claire.
-Con respecto a tu pregunta, Moira. - Dijo Chris - Si que averigüamos el origen de semejante criatura. Tuvimos varios encuentros con él, después de aquello y antes. Una de esas veces, hasta intentó enseñarme a bailar como él.
-Si y la primera vez que lo ví, en el avión, se me apareció cantando Don't be cruel, también de Elvis, claro. Y vestido con uno de sus trajes. Me esquivaba mientras bailaba hasta que acerté y salió disparado. No me atacó, pero la experiencia que tenía con tyrants era suficiente como para no fiarse de ninguno. Ahora entiendes porqué te decía que nunca habría imaginado encontrarme algo así. ¿Verdad, Moira?
La chica asintió aguantando la risa.
-¿Y tenía labios?- Preguntó Polly. -Porque si cantaba y pronunciaba bien, debía tener algo parecido.
-Si, si que tenía.- Contestó Claire.
El exsoldado continuó con su explicación -Con respecto a su origen, cuando me topé con el cadáver de Alfred Ashford encontré una nota en su traje. Decía que le preparaba una sorpresa de bienvenida después de su interminable letargo. A su hermana, Alexia.
-¿Qué? ¿Pero a esa tía le molaba Elvis?- Inquirió Moira.
-No lo creo porque cuando se lo encontró, ni sabía de qué iba la cosa.
-Probablemente era una de sus...facetas...como lo de travestirse.- Dijo Claire.
-Pues vaya una bienvenida, joder...
Chris asintió -Decía así:
"Queridísima Alexia, para tu anhelado despertar, como las flores, que tras un largo invierno, reaparecen más bonitas que nunca, tu florecerás pronto. Oh, pero para mí será eterno...Para ese maravilloso instante, he preparado una preciosa sorpresa de bienvenida. ¡Oh, Alexia! Cuánto deseo volver a verte.
He usado la muestra del Virus-E(Virus-Elvis, bautizado y creado por mi) para hacerlo. La música, fluirá por su cuerpo como la sangre azul por el nuestro. Su voz será tan melodiosa como la de un ruiseñor y los altavoces reaccionarán a ella para sincronizarse y tocar la música adecuada.
Estoy seguro de que te encantará. (Y me perdonarás por haberte roto y manchado tus vestidos) Quiero decir (y gastado tu maquillaje) quiero decir, nos veremos cuando despiertes, mi Bella Durmiente."
-¿Y puso ese jodido comentario?-preguntó Moira.
-Si, lo puso, entre paréntesis.- Respondió Chris. Moira negó con la cabeza con una mueca de desconcierto.
-Virus...Elvis...- Comentó Polly.
-Y la nota tenía forma de libélula.- Comentó Chris como colofón.
Moira y Polly no paraban de reir, los hermanos Redfield observaban sus hamburguesas con una mueca vacía, sin gesto alguno, resignados.
-¿Y qué fué del bicho cabrón ese? ¿Acabó en Las Vegas?- Preguntó Moira al fin.
Claire y Chris se miraron y suspiraron.
-La verdad es que...realmente no era una amenaza...- Comentó Claire.
-No, no era como los demás tyrants, estaba claro que tenía un propósito diferente.- Dijo su hermano. -Así que no lo matamos, no acabamos con él. Ya teníamos bastantes problemas como para ocuparnos del Rey del rock.
-Así que se lo llevó Wesker, junto con Steve. No sé si es que le gustaba Elvis o tenía algún tipo de plan distinto con ese ser...a saber.
Chris asintió. -Cabe mencionar que en mi enfrentamiento final con Alexia me apoyó cantando, Devil in desguise. Por lo visto tanto rechazo por parte de La Hormigua Reina acabó por herirle su orgullo. Por lo tanto, en vez de defenderla, le dedicó esa canción como último adiós.
-Bueno, esa es tú interpretación.-Repuso su hermana -Puede que simplemente hiciera lo único que podía hacer, cantar y bailar. Y no estaba de parte de nadie, solo de su música.
Chris no estaba de acuerdo con ella pero prefirió no seguir con el tema.
-La verdad es que puede estar en cualquier parte, supongo...
-¡Qué historia más jodidamente rara!- exclamó Moira.
Barry permanecía callado desde hacía rato, pero le dedicó una mirada de reproche a su primogénita.
-Te diré porque la historia del Jill Sandwich es mejor.- la joven puso los ojos en blanco. -Eso del bicho cantarín, es un suceso extraño, pero, al fin y al cabo, se lo encontraron por puro azar. No tiene ningún mérito. Sin embargo, mi historia surge del ingenio y el humor de tu padre, una ocurrencia original en aquella situación y creo que ayudó a Jill a...
Moira le cortó con un gesto de su mano. -Corta el rollo que me meo.- Su progenitor soltó un mugido de desaprobación.
Buscó un lugar entre la maleza lo suficientemente oculto como para orinar a gusto.
-Aquí está bien.
"Si,si" Se escuchaba a Claire de fondo. "Estábamos observando a lo que antes fué el padre de los Ashford y Steve me dijo -¡Mira ese monstruo, Claire!
-Ya lo he visto, Steve- Pero volví a mirar. Craso error. Allí estaba Elvis cantando Jailhouse Rock y bailando alegremente a su lado. La verdad es que los espeluznantes espasmos de Alexander, curiosamente, iban al ritmo de la música. Negué con la cabeza, pero descubrí que Steve estaba bailando suavemente al son de la canción.
-¿Steve? ¿No me digas que estás bailando?
-No...bueno, a ver, es que es pegadiza. ¡Vámonos ya!- contestó nervioso"
Moira sonrió de medio lado. Por suerte llevaba pañuelos de papel. La chica terminó y se lavó las manos con una botella de agua y un poco de jabón. No quería comer con las manos sucias.
"Love mee tender, love me sweet. Neveer let me go...."
Una masculina y profunda voz se escuchó detrás de la joven. A lo que dió un respingo soltando la botella de agua.
Se giró para descubrir el origen de aquella melodía.
"Youu have made my life compleete..." Seguía cantando el Tyrant, con un traje de Elvis hecho jirones.
-La hostia...- dijo. Era lo único que se le pasaba por la cabeza. Al ritmo de aquella canción antigua.