El Ultimo Vigilante
Volvió a pasar expediente por expediente. Delante de él en la mesa de madera había seis carpetas amarillas con una foto impresa de la persona de quien trataba cada una. Cada uno de esos individuos había sido seleccionado cuidadosamente por su historial en el pasado. Después de todo, se necesitaba a los mejores.
Lo único que le preocupaba era que los diferentes cambios de humor y personalidades explosivas dieran lugar a conflictos que interfieran con su misión. Y realmente necesitaba gente apta y enfocada en su trabajo, ya que no se trataba de una simple misión de reconocimiento al sur de Irak.
Debían de transportar a un prisionero altamente peligroso, señalado por los Altos Mandos como: “persona inestable y violenta”. Eso realmente no era lo que le preocupaba, ya había liado con varios propensos a estallar violentamente y con un simple golpe en el hígado cualquier rebelde se transformaba en un Pekines. No, otra cosa le molestaba al Capitán Redfield. El preso en cuestión no era cualquiera, era un terrorista que trabajaba independientemente a sus causas personales y a lo que su psiquis lo llevara a realizar. Estaba entrenado en combates mixtos cuerpo a cuerpo y con un gran reconocimiento de armas grandes o medianas. Había sido un buen Boina Verde en misiones encubiertas hasta que pensó que estaba luchando para el país equivocado y se rebeló. Mató, incendió e hizo estallar más cosas que pudiera contar con los dedos de las manos. Asesinó al vicepresidente la semana pasada en donde pudieron capturarlo y se entregó dócilmente con una sonrisa desquiciada en la cara. El Capitán había tratado con miles de personajes diferentes pero nunca con uno que realmente le hacía helar los huesos aunque no lo mostrara ya que sería sinónimo de debilidad.
Miró de soslayo otra vez los expedientes y volvió a sentarse frente a la mesa para repasarlos. Abrió el primero:
Oculto:
Nombre en clave: Rocambole.
Edad: 39 años.
Nacionalidad: Rusa.
Fuerzas en donde participó: Spetsnaz.
Misiones en donde participó: Primer y segunda Guerra Chechena.
Oculto:
Nombre en clave: Ele Alzerav.
Edad: 29 años.
Nacionalidad: Finlandia.
Fuerzas en donde participó: Agrupación Silasvuo.
Misiones en donde participó: Batalla de Suomussalmi.
Oculto:
Nombre en clave: Uroboros.
Edad: 38 años.
Nacionalidad: Estadounidense.
Fuerzas en donde participó: 75º Regimiento Ranger, Fuerzas Especiales, FBI.
Misiones en las que participó: Guerra global contra el terrorismo, Afganistán, Iraq.
Oculto:
Nombre en clave: Alucard.
Edad: 43 años.
Nacionalidad: Israel.
Fuerzas en donde participó: Brigada Paracaidista Nº55.
Misiones en las que participó: Guerra de los Seis Días, Recuperación de Jerusalén.
Oculto:
Nombre en clave: Greg.
Edad: 40 años.
Nacionalidad: Estadounidense.
Fuerzas en donde participó: Navy Seals, Delta Force.
Misiones en donde participó: Panamá, Iraq, captura de miembros de Al-Qaeda y de los talibán, ayudó en la preparación del sistema de seguridad de la Conferencia WTO de Seattle.
Oculto:
Nombre en clave: Lykos.
Edad: 32 años.
Fuerzas en donde participó: CIA.
El señor Paul Villanueve será el encargado de ser testigo de la operación y que transporten al prisionero sano y salvo sin ningún tipo de heridas. Una vez llegados a destino llamara a base y se quedara en la cárcel para ver como encarcelan con pena máxima al criminal.
Se acarició el ceño con los dedos de la mano y se quedó en esa posición un rato largo. Estaba cansado, apenas había dormido estos últimos días y rellenado el papeleo que venía de arriba. No sabía como se llevaría su grupo pero eran lo mejor de lo mejor y los mas duros para poder lidiar con un tipo como el que tenían que llevar al otro lado del mundo para que se pudra en una cárcel en medio del desierto. Y para colmo tenían que llevar a un perrito faldero de la CIA que no tenía ideas con armas de fuego. Sería un obstáculo pero ya estaba acostumbrado a gente de ese calibre: de oficina.
Para el Capitán Redfield el mundo se divide en dos razas. Los que hacen la guerra y los que no. Y él sólo reconoce y aprecia a los que comparten con él el paraíso brutal y eficiente de los combatientes.
Comprobó la hora en el reloj de su muñeca. Faltaban 15 minutos para que arriben los individuos que estaban en los expedientes. Tomaría un café para no dormirse.
Continua con el proximo episodio...