Project "E"

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Raven Bellamy
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Project "E"

Mensaje por Raven Bellamy » 31 Mar 2012 20:26

Project "E"



Buenas!
Ayer, mientras me encontraba varada en un embotellamiento :x (maldita sea esque el trafico estaba :evil: )
En fin, como la cosa nomas no avanzaba, me puse a escribir esta historia :mrgreen: tengo dos capitulos (para que se den idea de cuanto tiempo estuve ahí -_-)
Por lo pronto dejo el prefacio y luego paso el primer cap ;)

P.D El prefacio es corto, porque sino ya es un capitulo


Bye :)




Project "E"


Prefacio 

Tantas cosas que había descubierto. Mi vida nunca fue lo que creí que era, mi destino estaba escrito desde el mismo instante en que nací.
Nada y todo importaba a la vez, debía ser fuerte y enfrentarme a lo que viniera a continuación.
La ciudad correría la misma suerte que Raccoon City, pero yo no terminaría como mi familia. 
Los latidos de mi corazón  martilleaba en mis oídos, y las lagrimas resbalaban por mis mejillas como ríos de agua salada y caían sobre el cuerpo sin vida de James. Nunca había llorado como lo hacia ahora.
Deseaba quedarme, morir en ese instante, pero no podía, se lo había prometido. 
Besé con ternura los labios de aquel joven que descansaba en mis brazos y dulcemente lo deposité en el suelo. 

-Fue un placer haber estado contigo, James-hice una pausa, deseando escuchar la voz amable y burlona del chico- Me alegró saber que no eras como creía que eras- silencio. 

-Cumpliré mi promesa, pero ¡HABLAME!-grité mientras volvía a caer a su lado-¡NO QUIERO QUEDARME SOLA! ¡TE NECESITO!- rompí en llanto y me abracé con fuerza al cadáver de James- ¡Solo ríe una vez más para mi!-susurré. 

-Cuidate, Lizzie.-sabia que aquello era solo producto de mi mente, pero lo agradecí infinitamente. 
Me quité mi gabardina y cubrí con sumo cuidado el cuerpo de James. 
Tenia que buscar una salida de ese lugar, y por mucho que me doliera dejarlo ahí, debía hacerlo. 

-Tarde o temprano volveremos a vernos- dije y eché a caminar

Ante mi, una ciudad devastada se abría en el horizonte, un montón de zombis se veían a lo lejos, pero sobreviviría, lo haría porque lo había prometido. 
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Re: Project "E"

Mensaje por Alegotica12 » 31 Mar 2012 22:28

Interesante, pero el james no es... Bueno no creo T.T, y no te culpo por el embotellamiento XD, me gusto el fic, espero seguir leyendo

Bay ;D
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Raven Bellamy
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Re: Project "E"

Mensaje por Raven Bellamy » 01 Abr 2012 21:26

soficlenstons19 escribió:Interesante, pero el james no es... Bueno no creo T.T, y no te culpo por el embotellamiento XD, me gusto el fic, espero seguir leyendo

Bay ;D


Si creías que era James Marcus pues no, no lo es xD
Ese tipo ni bien me cae xD Solo puse James porque ese nombre me gusta :D


Aquí esta el primer cap. ;), nada interesante, lo bueno viene en el segundo XD






Capitulo 1



Estaba sentada a la sombra de un árbol, a lo lejos se oía el barullo de los chicos del instituto, estaba tan concentrada leyendo que no vi acercarse a las "SlutsGirls" como me gustaba llamarlas. Esas chicas eran las más populares y también las mas zorras de toda la escuela, molestaban a toda la gente que no encajara en sus parámetros de personas "normales" que básicamente consistían en: "sino eres animadora, jugador del equipo de fútbol, tienes inteligencia y te gusta ser tu mismo no eres normal"
A mi la verdad me importaba más bien poco lo que pensaran de mi. 
Yo solía ser la "chica vampiro" y la verdad es que llevan razón en eso.  Mi piel es sumamente pálida, y mis colmillos de alguna manera son mas grandes y puntiagudos de lo normal, eso y contando mi forma de vestir me daban un aire vampírico  pero claro que no soy un vampiro, aunque admito que aveces me gustaría ser uno. 

Cindy, la líder de aquel grupito de pacotilla se acerco demasiado a mi, lista para comenzar con sus insultos. 

-¿Qué haces aquí? Creí que estarías en el sótano de la escuela-se sacudió la cabellera rubia y sus súbditas, un par de chicas gemelas llamadas Andrea y Amanda, se rieron de forma idiota. 

-Si, bueno lo que pasa es que el sótano lo uso para hacer mis rituales satánicos, no para tomar el desayuno- dije  mientras cerraba mi libro- Por cierto, necesito un cabello tuyo para completar el ritual de esta noche ¿Me puedes dar uno?- me reí de forma macabra. 

-Eres un fenómeno- dijo echándose hacia atrás y poniendo a Amanda y Andrea a manera de murallas. 

-Es mejor ser fenómeno y no zorra-espeté riéndome. 

-¡Insolente!- exclamó-¡Maldita gótica mal nacida! 

Estaba preparando otro insulto cuando apareció un chico de cabello castaño claro, ojos azules, en pocas palabras, el chico por el que todas las chicas se morían (bueno, menos yo claro); era James Howard, el líder del equipo de fútbol y el novio de Cindy. 
No conocía a James, ni me interesaba conocerlo. Suponía que al menos era un idiota como cualquiera, que solo andaba con la chica popular porque eso era lo que se esperaba de él. Y tenia mis razones para pensar en eso, porque Cindy lo engañaba y aveces ni siquiera le hacia caso. 

-Hola, Cindy-el chico la rodeo por la cintura, pero esta se soltó de un empujón y espetó. 

-¡Pero a buena hora llegas! ¡Esta loca satánica me esta molestando y tu quien sabe donde estabas!-se sacudió el cabello con mas energía y se cruzó de brazos. 

James bajó la mirada hacia mi, yo ya había vuelto a mi libro, no me gustaba perder el tiempo con personas sin cerebro. 

-Tu eres Elizabeth- no era una pregunta. Me sorprendió bastante que supiera mi nombre, pero decidí mantenerme indiferente. 

-¡Vaya! ¿De verdad? No tenia ni idea- bajé el libro y le clavé la mirada. 

-¿Lo vez? Es una insolente. Vámonos antes de que terminemos siendo tan raros como ella. 
Cindy agarró por el brazo a su novio y se fue pisando fuerte seguida de sus súbditas. James se volvió a mirarme y me pareció que articulaba con los labios  "lo siento" 
Puse lo ojos en blanco y volví a mi libro. 

El viento revolvió mi cabello y con eso regresé a la tierra. Cerré el libro y miré a mi alrededor, no había sido consiente de que ya no se oía ningún alboroto, ya no había nadie, el descanso había terminado y yo seguía aquí afuera muy campante. Lo más probable fuera que nadie se hubiese percatado de mi ausencia, porque sinceramente nadie se daba cuenta cuando estaba presente, pero aun así no me agradaba perder clases y menos literatura que era la que tenia en ese momento y mi materia favorita. 
Me incorporé de un salto y cuando me disponía a caminar hacia la escuela, una voz me detuvo. 

- ¿Disculpe, señorita sabe donde esta la calle Rivers?- aquella voz era profunda y suave como el terciopelo, me volví a mirar al dueño de aquella magnifica voz. 

Ante mi estaba un hombre, era bastante alto, ya que a pesar de mi metro ochenta, era una cabeza mas alto que yo, su cabello rubio era corto y estaba perfectamente peinado hacia atrás,  pero quizá lo mas llamativo era su vestimenta, traje negro e inclusive llevaba gafas de sol. A cualquier persona que lo viese le parecería raro, pero a mi me pareció incluso muy atractivo. 

-¿La calle Rivers...? Em. Si, ya le digo en donde esta- eché un vistazo hacia la escuela y luego me acerqué un poco más hacia la valla que nos separaba. Era un completo extraño, pero por algún motivo me sentía cómoda en su presencia. 

-Es muy amable de su parte- el hombre esbozó una media sonrisa, fue cuando me di cuenta del que debía ser su auto, un flamante Mercedes Benz negro. 

Le explique lo mejor que pude como llegar a la calle Rivers, ya que en una cuidad tan grande como lo era Hannton City, era bastante común perderse. 

-Ese es el mejor camino- finalicé 

-Ya veo, en verdad le agradezco su ayuda, señorita...

-Elizabeth, ese es mi nombre- cada vez estaba más cerca de la valla y me pregunté si aquello era bueno. 

-Un nombre muy hermoso, ahora si me disculpa debo irme, muchas gracias.- Dicho eso el hombre se subió a su auto y se perdió en la lejanía. 


Haber llegado tarde a la clase de literatura había traído consecuencias muy graves. Me dirigía al trabajo, y mientras conducía seguía pensando en aquel misterioso hombre que me había preguntado sobre una calle. 
Llegué al Silents Rocks, una cafetería en la que trabajaba; por un lado era bueno trabar ahí y por otro era un verdadero fastidio, ya que Cindy y sus secuaces solían frecuentar el lugar. 


-¿Entonces tienes que hacer equipo con James?- Alejandra, mi gran amiga, sonrió de oreja a oreja y me dio un puñetazo amistoso en en brazo. 

Yo de mi parte puse cara de pocos amigos y lancé un bufido.

-Yo no le veo nada de feliz.

-Anda, pero sino me decías que era el chico más popular de la escuela- Ale sirvió un capuchino y me lo tendió.

-Y con lo que me gusta ser popular-gruñí. 

-Jajaja...Es broma, la verdad que mal esta eso, tendrás que aguantar al "chico lindo" - Alejandra puso los ojos en blanco. 

Como siempre, Ale me sacó una sonrisa, ella era la única amiga que tenia, pero solo nos veíamos en el trabajo porque ella no iba a la misma escuela que yo, mas sin embargo siempre le contaba sobre todo lo que pasaba en mi colegio. 

-Ya, mejor hay que ponernos a trabajar, porque si Martha ve que no estamos haciendo nada nos va a a dar su sermón. 

-Hay que darnos prisa, si vuelve a darme su sermón moriré de aburrimiento- dijo dando un bostezo. 

-Y que lo digas. 

Las horas pasaron sin más, hasta que Ale entró con cara de pocos amigos y comenzó a preparar ensaladas con bastante odio. 

-Ya llegaron esas tipas- frunció el ceño.

-Maldición, ¿esque enserio no pueden ir a otro lugar a comer? 

-Nehh...Ya que, por cierto, hay otro tipo que acaba de llegar, porque no lo atiendes tu. Yo me encargo de ellas-Alejandra sonrió y me dio una palmadita en la espalda. Amigas como ella había pocas. 
Cuando salí de la cocina, casi grito de la sorpresa. Ahí, sentado con un aire imponente y majestoso estaba el mismo hombre con quien había hablado en la escuela. 
Me acerqué lentamente e intenté no sonar sorprendida. 

-Buenas tardes, ¿le ofrezco algo de tomar?

El hombre alzó la cabeza y me sonrió levemente. Me pregunté por que llevaría las gafas de sol, pero no se lo pregunté porque eso era prácticamente meterme en algo que no me incumbía. 

-Ahh...Pero que pequeño es el mundo, quien diría que nos volveríamos a ver.

-Lo mismo digo-dije mientras desviaba la mirada-¿Y si llegó a su destino o soy mala dando direcciones?-intenté sonreír sin mucho éxito. 

-¡Que va! Eh llegado bastante bien, le estoy muy agradecido. Podría traerme un café americano, sin azúcar. Por favor. 

-Enseguida-dije con más confianza. Pasé por un lado de Ale y le hice una seña para que me acompañara a la cocina. 

Mientras tomaba una taza limpia y calentaba el café, Ale entró a la cocina, al menos se le veía un poco más contenta. 

-Uhhh... Enserio que te admiro por tener que aguantarlas todo el tiempo en la escuela, son odiosas hasta la medula.

-Lo se, pero mira-agarré a Ale por el brazo y la arrastré hasta donde estaba una pequeña ventanilla por donde se recibían aveces las ordenes de comida.- ¿Ves al sujeto de allá?

-Si, como no verlo-se río y me dio un codazo en las costillas- Uuhh... No me digas que es tu novio. 

-No digas tonterías-respondí dándole un codazo quizá un tanto fuerte-Ese tipo me preguntó por una dirección cuando estaba en la escuela. 

-Mm... ¿Y eso tiene algo de malo?

-Si y no. Esque no se, se me hace algo conocido. Como si no fuese la primera vez que nos vemos. 

-Ya veo, pero pues tu trátalo bien y no te muestres nerviosa, aveces esas cosas pasan y solo son sensaciones. 

-Muy bien, tienes razón mejor actúo fríamente. 

-Esa es mi amiga- Ale volvió afuera y yo me quedé unos instantes más en la cocina. 

Caminé hasta donde estaba aquel hombre y me di cuenta de que estaba leyendo el periódico. En la primera plana, escrito a letras grandes y de color rojo se podía leer 

"HANNTON CITY: UNA OLA DE ASESINATOS SIN FIN "

Acompañado por ese encabezado, estaba un collage con fotografías de personas que habían muerto últimamente de una manera verdaderamente espantosa. 

-Aquí está el café- anuncié, el hombre hizo a un lado el periódico y deposité la taza con el café en la mesa- Si necesita algo no dude en llamarme- dicho esto di media vuelta y me dispuse a irme.

-Que cosas tan horribles han pasado  ¿No?- el hombre levantó el periódico señalando con su mano enguantada la primera página. 

-Y que lo diga, últimamente han pasado cosas horribles en la ciudad, y la cosa no mejora.- di un gran suspiro.- Según la policía esta muy pendiente del caso, pero como veo las cosas, parece que no hacen muy bien su trabajo. 

-Umh... ¿Y qué es lo que pasa exactamente?-la voz del hombre no parecía estar cargada de curiosidad, de hecho se oía un tanto indiferente. 

-Quisiera contarle, pero debo trabajar. Si la dueña se da cuenta que no estoy trabajando me descontará el día y me hará trabajar horas extras. 

-No habrá problema con eso, yo personalmente hablaré con la dueña. ¿Por qué no se sienta y charlamos?

Dudé, no sabia si eso era correcto o no, pero de igual manera, no me sentía capaz de decirle que no. 
Tomé asiento y comencé a contarle todo lo que sabia sobre lo que sucedía en la ciudad. Los extraños asesinatos, personas que habían sido atacadas por indigentes, que se decía que los habían mordido. Los cuerpos de personas encontrados en las zonas bajas de la ciudad, irreconocibles por la gran cantidad de mutilaciones que presentaban. 
Cuando terminé mi relato, permanecimos un rato en silencio. 

-¿Y aun no han podido hacer nada?- preguntó él. 

-Me temo que no, para mi que hay gato encerrado, pero quien sabe- en eso el sonido que anunciaba que tenia un nuevo mensaje de texto inundó la ahora callada y vacía cafetería, Cindy y sus secuaces se habían ido, y ya casi no quedaba nadie. 
Saqué mi teléfono y miré el mensaje, era de mi papá, decía 

"Lizzie, quédate donde estas, no te vayas a ir. Yo iré por ti... Esperame... No hables con nadie."

Fruncí el ceño y cerré el teléfono, mi padre nunca me recogía en el trabajo, y mucho menos sus textos sonaban tan desesperados. Aquello no me gustó nada. 

-Hemos hablado mucho en poco tiempo, y no se como se llama-inquirí mirando atentamente hacia la puerta de entrada. Seguía pensando en el mensaje y la verdad no supe si lo que había preguntado era coherente. 

-Tienes razón, mi nombre es Albert. No te molestará que te hable de tu ¿Verdad? 

-No. Es mejor así. 

-Bien-continuó-¿Me podrías traer otra taza de café?

-Claro que si, ahora vuelvo.- me incorporé de la silla, y me fui a la cocina. Alejandra estaba ahí sentada en un banquito  comiendo unas galletinas. 

-Puf...Que día. ¿Oye, estas bien?-mi amiga me miró con cierta preocupación y me tomó de la mano. 

-Si, es solo que estoy algo cansada, mi papá vendrá por mi, ¿te vas conmigo o te irás sola?

-Me voy contigo, como están las cosas en esta ciudad no quiero irme sola. 

Me limité a asentir y fui a llenar la taza con café. Al salir de la cocina me llevé una gran sorpresa. 
Albert ya no estaba, me acerqué a la mesa y vi ahí un billete de cien dólares, mas de lo que era por una taza de café, pero lo que mas me llamó la atención fue una rosa roja que estaba al lado del billete. Tomé aquella flor y me rasqué la cabeza intentado entender todo aquello, una voz tras de mi hizo que brincara del susto. 

-¡Lizzie! ¿Estas bien, hija?- me di la vuelta y ahí estaba mi padre, estaba bastante pálido y parecía estar muy nervioso. Me abrazó por los hombros  y me dio un beso en la frente.

-Estoy bien, papá. ¿Ha pasado algo?-por la expresión de su rostro, esa era la pregunta que no quería que le hiciera. 

-Todo bien, cariño.- aunque por su tono de voz parecía lo contrario- Anda, será mejor que hablemos en casa, vamonos.

-Espera, Alejandra viene con nosotros. 

-Pues que se de prisa-eso me sorprendió, mi padre no era tan desesperado. 

Alejandra salió y nos fuimos, yo seguía sosteniendo la rosa, preguntándome que era lo que estaba pasando. 
Cuando llegamos a casa de Ale y esta se fue, decidí preguntar a que se debía todo ese teatro. 

-Papá, enserio, si pasa algo dime, no me gusta verte así.

-Lizzie, hay cosas que son mejor no saber, pero desde ahora en adelante no andarás sola, eh contratado a un par de hombres de confianza que cuidarán de ti todo el tiempo, y no quiero que te alejes de ellos bajo ningún motivo.- me miró casi de forma suplicante.  

-¿Pero por qué? Necesito una explicación-puse mi mano sobre la de mi padre. 

-Solo prométeme que no te alejaras de tus guardaespaldas, no puedo darte una explicación en este momento, te pido que confíes en mi. Por favor. 

Era algo definitivo, a mi padre le pasaba algo y no quería contarme. Pensé en ponerme en plan pesado, ya que eso de andar todo el día con "niñeras" no me agradaba en nada, pero decidí ser tolerante. 

-Muy bien, lo haré, confiaré en ti- No podía dejar de pensar en que quizá toda esa paranoia tenia que ver con Albert, el hombre que acababa de conocer.
¿Era eso posible? ¿Esa extraña sensación de que lo conocía...?

Contemplé la rosa y fruncí el ceño, algo verdaderamente malo estaba pasando, y algo me decía que estaba relacionado con esos asesinatos que habían estado ocurriendo desde hacia poco mas de un mes.

Pero... ¿Qué tenia yo que ver en todo este asunto? 
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Re: Project "E"

Mensaje por Alegotica12 » 02 Abr 2012 00:58

Esto se pones interesante, y no podia faltar albert XD, esta bueno el fic, y no espero para la invacion zombie XD

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Re: Project "E"

Mensaje por Raven Bellamy » 11 Abr 2012 11:32

Capitulo 2



Había pasado una semana desde que mi padre me había puesto "niñeras". Desde entonces tampoco salía de casa y siempre estaba muy nervioso. Siempre le preguntaba que era lo que pasaba pero nunca me decía nada. 
Yo era bastante consciente de que cosas malas estaban pasando o estaban a punto de pasar. 
Mis cavilaciones fueron interrumpidas por una voz que gritó mi nombre. 

-¡Elizabeth!-era James.
Ultimamente pasábamos mucho tiempo juntos. Después de todo no era solo "chico lindo" de hecho compartíamos ciertos gustos musicales, entre otras cosas. Lo único malo de estar con él era que todo el mundo se volvía a mirarnos y yo odiaba ser el centro de atención. 
Al menos Cindy y sus sirvientas no estaban, según tenia entendido no iban porque Cindy estaba enferma o algo así 

-Umh...-suspiré levemente y alcé la vista. 

-¿Qué tal, como estuvo tu fin de semana?-el chico esbozó una media sonrisa y se sentó a un lado de mi. Por lo regular nadie volvía la mirada hacia el árbol en el que estábamos, pero como James estaba aquí todo el mundo miraba en nuestra dirección.

-¿Que rayos haces aquí? Todo el mundo nos ve-gruñí mientras me apartaba un poco de él. 

-Ohh... Lamento eso. Ya recuerdo que te avergüenza que te vean conmigo-el chico agachó la cabeza y se levantó. 

Me sentí como un saco de papas. No quería ser grosera con él ni mucho menos, pero para mi era algo difícil todo aquello. Era buena persona, y el único que hablaba conmigo, pero me costaba verlo de esa manera. 

-No. Espera. No quiero que te vayas, por favor quédate.-esbocé una pequeña sonrisa. 
James volvió a sentarse y se acercó más a mi. 

-Siempre me ha gustado tu cabello. ¿Es tu color natural no? -dijo con cierto aire distraído mientras tomaba un mechón de mi pelo.
No pude evitarlo, me ruboricé levemente y una sensación extraña se alojó en mi estomago, como si cientos de mariposas revolotearan dentro de mi.

-Si.-respondí tragando saliva. 

-Ya. Esque tu cabello es de un negro violáceo, nunca había visto a alguien con un color como el tuyo. 

-Si, bueno no soy como el resto de las personas.

-Y eso es precisamente lo más genial de ti-dijo desviando la mirada.

Aquello me tomó desprevenida, pero no por eso me molesto. 
Después de eso nos quedamos en silencio. La escuela estaba algo vacía, y había una buena razón. Los casos de asesinatos habían llegado a cifras alarmantes y nadie hacia nada. 
A mi me parecía que era algo más que un simple asesino en serie, era algo más grande, lo presentía. 

-¿Y dónde está tu novia?-inquirí rompiendo el silencio. 

-¿Emh? 

-Cindy ¿Qué a sido de ella?

-Ahh...Esta en casa, supongo-se encogió de hombros-El sábado fui a su casa a visitarla pero me dijo que no quería verme y después su madre y sus amigas me echaron casi a patadas. 

-Ya veo. Oye tengo una idea. ¿Por qué no me acompañas al cementerio esta tarde?-le sonreí ampliamente. 

-¿Al cementerio, enserio?-parecía algo asombrado. 

-Voy a visitar la tumba de mis padres, pero tengo que fugarme ya que sino tendré que ir con mis niñeras y no quiero hacer eso. 

-Oh... Entiendo, y necesitas a alguien que te lleve-James sonrió y se puso de pie. 

-Algo así, supongo que también necesito un hombro en donde apoyarme- James me miró con intensidad y me tendió su mano. Me sentía bastante a gusto con él, era como si al estar con él pudiera olvidar todos mis problemas. 

-Muy bien, te esperaré a una calle de tu casa. ¿De acuerdo?-tomé su mano para poder levantarme y asentí.

-De acuerdo. Nos vemos entonces a las cinco de la tarde.-caminamos juntos hacia el edificio de la escuela.
Una sensación de preocupación se alojó en mi estomago, algo me decía que no debía ir al cementerio, pero eso no me detendría. Iría a ver a mis padres costara lo que costara. 

.................................................................

-¿Te vas a escapar?-Alejandra soltó el montón de tulipanes que tenia en la mano.

-Vamos, Ale, sabes que es muy importante para mi este día. Y no pienso pasarme ese rato siendo vigilada por esos sujetos.-dije mientras buscaba con la mirada entre tantas flores las rosas rojas que tanto me gustaban.

-Lo se amiga, lo se, pero es que me preocupo por ti. Si te pasara algo no me lo perdonaría nunca, porque yo lo sabia y aun así no te detuve.-Ale me miró con gran intensidad. 

-No me pasará nada-respondí tomándola de la mano y sonriéndole ampliamente-Ademas te digo que no iré completamente sola, James vendrá conmigo.

-Uhhhh... James irá contigo-Ale sonrió con cierta malicia-Jajaja y pensar que me decías que te caía mal, y ahora resulta que te acompañará en tu fuga. 

-Uy...-me ruboricé, pero me mantuve a la defensiva-Es un buen chico, un amigo solamente.

-Aja-Ale comenzó a hacerme cosquillas. 

-Que...no espera...jaja...para...jaja- era demasiado cosquilluda, y casi caí al suelo de la risa. 
Por fin Ale paró cuando la dueña de la florería nos miró con cara de pocos amigos. 

-¿Buscan algo jovencitas o solo han venido a hacer barullo?-la mujer se mostró bastante molesta.

-Pero que genio-dije meneando la cabeza-Bien, busco rosas rojas, las mas hermosas y frescas que tenga. 

-Enseguida le muestro unas-la mujer dio media vuelta y se marchó. 

-Unf...para trabajar en una florería está bastante amargada-comentó Ale quien estaba recogiendo los tulipanes que se le había caído y comenzó a reír. 

-Eso es verdad-concedí-Muchas gracias por acompañarme. Por lo regular es mi padre quien me acompaña, pero...-la voz se me quebró y lancé un largo suspiro. 

-Lizzie...Amiga, así como tu sientes que algo anda mal, yo también lo siento. No me gusta como esta la situación y anoche escuché a mis padres decir que nos iríamos a vivir a Europa, pero yo no quiero irme, no sin mi mejor amiga.-Ale cerró los puños con fuerza, sabia que no iba a llorar, nunca lo hacia, era muy fuerte. 

-Siempre seremos amigas, Ale.-en eso la dueña de la florería apareció con un gran racimo de rosas interrumpiendo nuestra conversación.

-¿Qué tal éstas niña?-la mujer me mostró desde todos los ángulos las flores.

-En primer lugar no me diga niña-bufé y me crucé de brazos mirando con gesto analítico las rosas-Me parecen bien, me las llevaré. 


.................................................................

Consulté mi reloj, faltaba poco más de media hora para las cinco, subía a paso lento las escaleras en dirección al despacho de mi padre; últimamente no salía de ahí. 
Cuando estuve por fin enfrente de la puerta me acerqué con lentitud y pegué la oreja a la puerta para escuchar algo, pero no se oía nada, todo estaba bastante silencioso así que me dispuse a abrir la puerta. 
Mi padre estaba parado enfrente de la chimenea y no parecía que se hubiese percatado de mi presencia. Me acerqué con gran lentitud hasta que estuve justo detrás de él, tenia una especie de libro entre las manos, vi una fotografía en la que estaban  mis padres junto con otros dos hombres a los que no conocía y también estaba mi tío (ahora lo llamaba papá, ya que después de que mis padres murieron él se encargó de cuidarme)
De repente, mi papá cerró el álbum con fuerza y se volvió a mirarme, no supe si era por el reflejo del fuego de la chimenea o en realidad sus ojos estaban encendidos de fuego, pero me dio miedo. Nunca lo había visto tan enfadado. 

-¡Qué haces aquí!-bramó tomándome por las muñecas y sarandendome. 

-¡Hey! ¡Me estas lastimando!-mi padre estaba un poco fuera de si, de hecho no tenia un aspecto muy saludable, nunca lo había visto así, nunca. 

-¡Te eh dicho muy bien que no puedes entrar aquí!- unas gruesas lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas y mi padre por fin me soltó, me dio la espalda y se encaminó a su escritorio y tomó el teléfono, en segundos mis estúpidos guardaespaldas aparecieron en la puerta.

-Llévenla a su habitación y no la dejen salir- aquellos hombres se acercaron a mi y me tomaron de los brazos, al pasar junto a mi padre pude ver que al parecer estaba llorando, pero no estaba segura. 


Mientras esperaba a que diera la hora de irme, ocupe mi mente pensando en ese libro. ¿Qué era lo que tenia para que yo no pudiera verlo? 
Ahora debía escapar por la ventana, seria algo riesgoso porque estaba en el tercer piso, pero valiendome de mi agilidad esperaba que no me fuera a romper las piernas. 


.................................................................


Escapar fue todo un éxito, James me estaba esperando en el lugar acordado, solo esperaba que no se fueran a dar cuenta de mi ausencia, porque si lo hacían lo mas seguro fuera que después todo el ejercito de los Estados Unidos me estuviera buscando. 
Cuando llegamos al cementerio James bajó del auto y fue a abrirme la puerta, parecía algo nervioso. 

-¿Tienes miedo?-dije con una sonrisa maliciosa. 

-No, es solo que si nos descubren lo mas seguro es que termine en la cárcel el resto de mi vida. 

Ambos nos echamos a reír y caminamos hacia el cementerio.
Tenia una extraña sensación de que alguien nos seguía, pero cada vez que volteaba no había nadie, solo nosotros...Ahora que lo veía, ni siquiera el guardia estaba por ahí, lo que hizo que aumentara esa sensación de intranquilidad. 
Seguimos caminando hasta que por fin llegamos a la colina donde estaba la tumba de mis padres, estaba casi cubierta por las hojas secas del árbol  que estaba detrás. 

-Primero necesitamos limpiar todo esto- me arrodillé ante la tumba y pase mi mano por el mármol para limpiarla un poco-Necesitaremos agua y una escoba o algo para quitar todas estas hojas.

-Bien, ¿y de dónde vamos a sacar la escoba y el agua?-inquirió James mirando a su alrededor.

-En la entrada del cementerio hay una pequeña casita del lado derecho, ahí vive un viejo que cuida de este lugar, creo que su nombre es Thomas o algo así, el te prestará lo que necesitamos. 

-¿Me prestará...?

-Vamos, ve tu, no te pasará nada aquí solo hay un montón de muertos, no es como que vayan a salir de sus tumbas o algo así-comenté con ánimos de molestarlo.

-Jajaja...Muy graciosa, está bien, iré yo pero si un zombi me come será tu culpa.-dijo mientras bajaba por el sendero riéndose. 



James tardaba mucho, había terminado de limpiar la tumba con mis manos y aun no volvía, quizá se hubiera perdido, o ya ni siquiera estaba aquí. 
Decidí que lo mejor era irme ya, porque estaba anocheciendo y después seria un lío volver. 
Mientras acomodaba las rosas sobre la tumba escuché el sonido de unos pasos detrás de mi y luego me pareció escuchar un gemido.

-Te tardaste mucho, ya terminé de limpiar- espeté de forma molesta  sin volverme a mirar. 

Silencio. 

-Bien, es mejor que regrese a casa antes de que se den cuenta de que no estoy, o entonces si que nos meteremos en problemas. 

Una vez más silencio, terminé de acomodar las rosas y me incorporé trabajosamente, sentí una punzada de dolor en la palma de mi mano, al verme me di cuenta de que tenia una espina de las rosas enterrada, gruñí y comencé a moverla para poder sacarla, al sacarla comenzó a salirme algo de sangre, maldije por lo bajo y en eso un gemido sonó justo en mi oído y una mano fría me agarró el hombro. Fue en ese momento que me di la vuelta. 

-Pero que demon...¡AAAHHH!- abrí los ojos desmesuradamente y al dar un paso hacia atrás se me dobló el tobillo y casi caigo al suelo, pero él me sostuvo. 

-Hola, Elizabeth, que gusto verte de nuevo- dijo el hombre con su voz tranquila y suave, a través de sus lentes de sol pude ver reflejado mi rostro, pálido del miedo. 

-¡Albert! Me has asustado-dije liberándome de sus brazos bastante ruborizada-¿Qué haces aquí?

-Venia a buscarte-a pesar que de habló con un tono amable un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral-¿Dime que haces en un sitio como este?

-Yo...-le di la espalda y contemplé la reluciente lapida de mármol que tenia grabada a letras plateadas los nombres de mis padres. 

-Son tus padres- no me lo estaba preguntando-Jeremy y Maggie Carroll.-abrí mucho los ojos y me di la vuelta para encararlo. 

-¿Cómo es que...? Es decir ¿Qué di...?-no era capaz de terminar ninguna pregunta. 

-Mi nombre es Albert Wesker, y yo conocí a tus padres hace muchos años-una voz en mi cabeza me decía que me fuera, que me fuera antes de que pasara algo verdaderamente malo.

-Wesker...Me suena de algo.-retrocedí un pequeño paso. 

-Tus padres eran unos científicos brillantes, me atrevería a decir que los mejores científicos que Umbrella hubiera tenido nunca. 
Claro que comenzaron a olvidar hacia dónde estaba su lealtad y Umbrella se encargó de acabar con ellos.

-¡QUÉ!-mis manos había comenzado a temblar.

-Creyeron que podían huir, pero claro, no lo consiguieron. 

-¿Quién es usted en realidad, que es lo que quiere de mi?-diría que por vez primera estaba completamente aterrorizada. 

-Te quiero a ti-sonrió levemente, yo retrocedí un paso mas.-Tu eres una pieza clave para poder llevar mis planes acabo. 

-¿Que yo qué...?

-Umh...Veo que no sabes nada, tu tío te ha estado mintiendo todo este tiempo. Aquí ni siquiera están los cuerpos de tus padres. 
Me gustaría contarte toda la historia, Elizabeth, pero seria mejor que se la preguntaras a tu tío, ocultarte las cosas no es algo bueno. 

-Mi tío... ¡No! ¡Quiero que me diga quien es y que quiere! porque no le creo nada de lo que me esta diciendo.-estaba al borde del llanto. 

-Te aseguro que tu tío sabe todo, pregúntale a él todo lo que quieras saber de tu pasado. 

Estaba prácticamente en estado de shock, todo mi cuerpo estaba temblando y no sabia que demonios hacer. Ante mi tenia a un hombre que me decía que yo no sabia nada de mi pasado y que yo era una pieza clave para sus planes. 
¿Estaba a punto de morir? 
¿Él era el asesino en serie que había atacado a tantas personas?

-Debo apurarte, Elizabeth, esta ciudad pronto será destruida, me temo que sufrirá el mismo destino que Raccoon City- sus sonrisa se hizo aun más amplia. 

Raccoon City,¿no era esa la ciudad...? 

-¿Usted sabe que es lo que pasa exactamente aquí, verdad?-era una verdadera idiota, lo mejor que podía hacer era huir no quedarme a platicar con ese loco, pero mis piernas se negaban a responderme. 

-Un virus, cortesía de Umbrella fue liberado en esta ciudad, supongo que fue premeditado o quizá no, eso es completamente irrelevante para mi. 

-¿Un virus, qué clase de virus?-mi voz apenas era audible, si no estuviera completamente paralizada podría echar a correr, pero no podía. 

-Bueno, lo que debes saber es que este virus hace que las personas se conviertan en zombis y la única manera de acabar con los infectados es destruyéndoles el cerebro. 

-¿Zombis?

-Si, tal como este que estaba a punto de atacarte.

Wesker se hizo a un lado y vi entonces un cuerpo tirado en el pasto, estaba segura de que era el cuerpo de Thomas, el cuidador del cementerio, aunque ahora ofrecía un aspecto macabro, estaba cubierto de sangre y tierra y en diferentes partes de su cuerpo le faltaban trozos de carne. 
Estuve a punto de caer sobre la lapida de mármol, pero Wesker me sostuvo. 

-¡Pero qué demonios pasa aquí! ¡Esto no esta pasando, esto no esta pasando!-empujé a Wesker con todas mis fuerzas, pero no conseguí moverlo ni un ápice. 
Todo estaba mal, no sabia ni que pensar. 

-Debo irme, bien podría llevarte ahora, pero me gustaría ver como es que actúas ante una amenaza biológica de gran magnitud. Además así sirve que le doy algo que hacer a esa mujer, porque parece que últimamente está bastante aburrida.-hablaba mas consigo mismo que conmigo.

Escuché a lo lejos que alguien me llamaba, Wesker por fin me liberó y desapareció como una exhalación, creí que había salido volando, pero no, mas bien había corrido. 
Me quedé ahí plantada, con la vista fija en el cielo, era incapaz de moverme. 

-¡Elizabeth!-era la voz de James-Me alegra que sigas aquí, lamento tardar mucho pero no encontré al viejo, lo anduve buscando por todos lados y nada, pero aquí esta el agua y la escoba. 

-Emh...¿Elizabeth?-una mano pasó delante de mis ojos y por fin bajé la mirada, James se veía preocupado. Miré el pasto buscando el cadáver del cuidador, pero ya no estaba. 
Sabia lo que debía hacer, no podíamos seguir en ese lugar, tenia que regresar a casa. 

-Corre... Anda, vámonos ya-tomé a James por el brazo y echamos a correr.

-¡Oye que rayos te pasa!

No teníamos tiempo, bajábamos a toda prisa. Siempre que venia al cementerio cuidaba bien de no pisar las tumbas, pero ahora no era el momento de ponerme respetuosa. 
Wesker podría estar ahí esperando el momento para atacarme. 

Cuando por fin llegamos al auto, cerré bien todas las puertas y casi le grité a James que arrancara. Miraba hacia todos lados y aun no había parado de temblar. 
Estaba bastante confundida y asustada. Tantas cosas que había dicho Wesker...¿Eran ciertas? Aunque quería creer que no, mi subconsciente me decía lo contrario. 
Eso me llevó a preguntarme más cosas: ¿Qué era yo? ¿Cuál era mi pasado y por qué mi tío me lo había ocultado? 
Y luego estaba lo de los zombis y el virus de Umbrella... 

Era el momento de saber toda la verdad. 
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"Una vez que se descarta lo imposible, lo que queda es la verdad por improbable que parezca".

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Alegotica12
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Re: Project "E"

Mensaje por Alegotica12 » 11 Abr 2012 15:29

Wuuuuuuuu, esta Rebuena la historia, XD espero el otro cap

Bay ;D
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